Qué se puede hacer para pagar menos por el IRPF. Es la pregunta que se hacen los 694.904 contribuyentes aragoneses que Hacienda tiene previsto que hagan la declaración de la renta en la actual campaña, que se inició el pasado 4 de abril y finalizará el próximo 2 de julio. El punto de partida no es el más idóneo para los intereses de los declarantes, ya que esta es la tercera comunidad autónoma donde más pagan las rentas medias (hasta 30.000 euros) por este impuesto. Sin embargo, el tratamiento fiscal que da a los más ricos es menos perjudicial al sitúa en la media tabla de la clasificación estatal.

Esto se debe a que la tarifa autonómica del IRPF se encuentra entre las más elevadas, según recordaron ayer los representantes del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), que se mostraron críticos con la política fiscal aplicada por la DGA. «En comparación con la media estatal y el resto de comunidades, los aragoneses de rentas relativamente bajas o medias son de los que más pagan en toda España», afirmó Luis del Amo, secretario técnico de este órgano especializado del Consejo General de Colegios de Economistas de España, que ofreció una rueda de prensa en Zaragoza, junto Rubén Gimeno, director del servicio de estudios del REAF, para informar sobre las novedades de la campaña tributaria, que este año son pocas.

Falta de progresividad / En concreto, hasta 16.000 euros brutos al año -quien gana menos de 12.000 está exento en todo el país-, Aragón es la tercera región donde más se paga. En los dos siguientes tramos, de 16.000 a 20.000 euros y de esa cantidad hasta 30.000, es la segunda. En el siguiente epígrafe, hasta 45.000 euros, es la tercera y una escalón menos (cuarta) en bases imponibles hasta 70.000 euros.

A partir de esa cantidad, en cambio, la comunidad se descuelga entre las puestos séptimo y noveno en los sucesivos tramos, por lo que ofrece una tributación menos lesiva para los más pudientes, según los asesores fiscales, que lamentaron la «falta de progresividad» en la tarifa autonómica, algo que ven aún más patente en el impuesto de Patrimonio. «Aragón es el único sitio donde se paga por patrimonios de 500.000 euros», apuntó Del Amo.

Otra de las críticas del REAF es que Aragón es la tercera con más deducciones en el IRPF, pero el importe de estos beneficios fiscales es muy bajo: en el 2017 no llegó al 0,3%, 4,5 millones de euros sobre una recaudación por este tributo de más de 2.000 millones. «Cuando el coste recaudatorio de una medida son 5.132 euros -como ocurre con donaciones con fines ecológicos o para I+D- hay que plantearse si es correcto y merece la pena gestionar esta deducción», apuntó Del Amo.

En cuanto a sucesiones y donaciones, el REAF consideró que las diferencias entre autonomías no son «razonables» y abogó por «armonizar» el tributo con un tipo mínimo y una horquilla sobre la que las puedan hacer variaciones con sus competencias.