El sector del ladrillo sigue sin levantar cabeza. Coebro, una de las constructoras más arraigadas de Aragón, presentó el pasado 7 de abril concurso voluntario de acreedores al no poder hacer frente a sus obligaciones económicas. La medida se produce tras fracasar los intentos por reflotar la firma durante el preconcurso, pero la compañía no tira la toalla y a lo largo de los próximos meses va a intentar cerrar un acuerdo de refinanciación con los bancos para reestructurar su deuda, que, según ha podido saber este diario, ronda los doce millones de euros.

"Vamos a luchar por alcanzar un acuerdo con los acreedores para ver si es posible salvar la empresa", señalaron ayer fuentes de Coebro. Además de la deuda (contraída fundamentalmente con entidades financieras), los impagos también han impedido la viabilidad económica de la empresa. De hecho, la firma zaragozana ubicada en Plaza tiene 6,2 millones de euros pendientes de cobro

La compañía fundada a principios de los 90 emplea actualmente a cuatro personas, mientras que a finales del 2011 contaba con 15 trabajadores fijos y 29 temporales. En el 2007 Coebro llegó a emplear a 80 personas.