Pirenauto está de enhorabuena. La compañía oscense inauguró ayer por todo lo alto su nuevo concesionario en Zaragoza con un acto al que asistieron numerosos invitados, entre ellos el presidente de la empresa, Ignacio Martín-Retortillo, o el director general de Opel España, Antonio Cobo. Con las nuevas instalaciones, ubicadas en la avenida Alcalde Caballero y en las que se han invertido cuatro millones de euros, la firma oscense refuerza la presencia comercial de Opel en la capital aragonesa.

Las instalaciones, de 9.000 metros cuadrados, incluyen taller, business center para atender a empresas y autónomos de forma especializada y un amplio aparcamiento desde el que se accede a los más de 1.000 metros cuadrados de exposición dedicados a los vehículos nuevos y de ocasión. Un espacio en el que los clientes podrán encontrar y probar todos los modelos de la marca alemana, «la mejor gama de toda la historia de la firma», según dijo ayer el director de ventas de Opel España, Filippo Rivanera.

Con el nuevo concesionario, Pirenauto amplía su plantilla, compuesta por 53 trabajadores repartidos en sus centros de Barbastro, Huesca y Zaragoza, junto con los agentes y talleres autorizados de Jaca, Sabiñánigo, Monzón, Fraga, Graus, Aínsa y Binéfar.

Pirenauto conforma junto con Aramóvil y Coches la Oscense (concesionarios de Citroën, DS y Toyota) la división de automoción del Grupo La Oscense, que cuenta con más de 100 empleados y factura 45 millones.

LOS OBJETIVOS / Pirenauto ya consiguió en 2012, 2013 y 2014 el premio al ‘Concesionario Opel del Año’, un reconocimiento que el consejero delegado de la compañía, Pablo Martín Retortillo, aspira a volver a conseguir cuanto antes. «Tenemos ese reto y para ello hay que empezar a trabajar ya», dijo ayer. Para ello, la empresa aplicará «las tres ces: cabeza, corazón y coraje». En este sentido, el gerente, Antón Lacasa, subrayó que las personas son «el gran valor» de la empresa, a la que auguró un gran futuro.

Cobo incidió en este punto e insistió en que la pasión por la calidad es lo que marca la diferencia. «Con dinero se hacen coches en cualquier parte del mundo; el diferencial está en las personas», dijo Cobo, que también apostó por centrarse en los clientes: «Ellos deben ser el centro de todo lo que hacemos, si no, no tendremos futuro». Así, Cobo calificó de «clave» el papel de los concesionarios porque son «la primera imagen de nuestro producto» y confió en la ayuda de Pirenauto para que Opel vuelva a ser un año más la marca más vendida en Zaragoza.