Arento, el mayor grupo cooperativo de Aragón, ha conseguido cerrar con éxito su reestructuración financiera y lo ha logrado sin necesidad de utilizar el aval del Ejecutivo autonómico. El acuerdo, alcanzado tras más de seis meses de negociación con hasta 19 entidades financieras, permitirá que algunos de los préstamos que el grupo tenía suscritos con la banca a corto y muy corto plazo pasen al largo plazo, lo que desahogará la situación financiera de Arento.

Tal y como destacaron ayer a este diario fuentes de la sociedad agroalimentaria integrada por 40 cooperativas, el acuerdo incluye «condiciones muy ventajosas que garantizan la estabilidad del grupo». «El importe total de la operación, incluyendo líneas de circulante, es de 69 millones de euros», añadieron.

El pacto para reestructurar la elevada deuda del grupo también contempla la aplicación de una «importante» quita, pactada con el pool bancario y cuyo porcentaje no ha trascendido. Otro de los puntos que recoge el acuerdo es la rebaja de los tipos de interés de hasta el 50% y la carencia de dos años en el pago de los préstamos.

La reestructuración financiera no ha precisado finalmente del aval del Gobierno de Aragón. «Nunca dejamos de negociar con los bancos y como vimos que al final el tema del aval se demoraba decidimos exprimir la negociación con las entidades», señalaron las citadas fuentes. Hay que recordar que la gestión económica y el elevado endeudamiento a corto plazo de los últimos años llevaron al grupo cooperativo a una complicada situación, lo que obligó a realizar una auditoría, aprobar una ampliación de capital de cuatro millones de euros por parte de los socios y solicitar un aval al Gobierno de Aragón por 14,4 millones.

Con el objetivo fundamental de reducir su deuda, Arento también ha implantado un plan de reducción de costes que ha supuesto para el grupo un ahorro cuantificado ya en 1,2 millones anuales, destacó la compañía en un comunicado.

Además, la implantación de las medidas contenidas en el plan de viabilidad ha supuesto la venta de algunos activos no esenciales para el grupo, como la participación en las empresas Ars Alendi y Zufrisa y algunos silos que eran propiedad de Arento. «Una vez cerrado el proceso de reestructuración financiera, el grupo apuesta en esta nueva etapa por la profesionalización de la cooperativa y de sus empresas», indicó la empresa.

El grupo facturó casi 180 millones de euros en el 2017 y tiene como principales líneas de negocio la venta de carburantes y fertilizantes, el trading de cereal, la industria cárnica y la fabricación de sémola y harina. En el pasado ejercicio gestionó 300.000 toneladas de cereal, 92 millones de litros de carburantes, 80.000 toneladas de sémola y 200.000 cabezas de porcino.

Arento, que en septiembre celebrará una asamblea para aprobar las cuentas, renovó sus órganos de dirección. Quien está al frente del nuevo proyecto es su nuevo presidente, Enrique Arcéiz.