Argentina decidió ayer subir los impuestos a las exportaciones de crudo con un gravamen que podría ascender a un 45%, para evitar una escalada en el valor doméstico de las gasolinas. Las petroleras pagarán un 25% de los ingresos obtenidos con la exportación siempre que el barril no supere los 32 dólares. La noticia no sentó bien a la cotización de Repsol YPF, que cerró con un 2% menos.