"Si una sentencia nos dice 'suicidense' nosotros no podemos aceptar lo que nos dice", dijo el ministro de Economía argentino, Axel Kciloff, sobre la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de ratificar un fallo que le ordena al país pagar 1.330 millones de dólares a un grupo de fondos especulativos que puso al país al borde de la suspensión de pagos. Argentina debería hacerlo antes de seguir abonando sus obligaciones con los acreedores que, en el 2005 y el 2010, aceptaron la reestructuración de sus deudas.

Argentina se propone enviar a EEUU a representantes legales para escuchar las propuestas de negociación que podría ofrecer el juez de Nueva York, Thomas Griesa. A la par, informó el ministro, "se iniciarán los primeros pasos para un canje de deuda bajo legislación nacional". De esta manera, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se propone "honrar los compromisos con el 93% de los bonistas que aceptaron la reestructuración". Griesa dijo que no quiere "empujar a nuestro país al 'default'". Pero Kciloff expresó su desconfianza ante las declaraciones del magistrado. "Los buitres son buitres porque no negocian", dijo sobre los fondos especulativos. De todas maneras, los abogados representantes de Argentina asistirán a una audiencia con Griesa.

Reestructuración

En rueda de prensa, Kicillof garantizó que el Gobierno "no va a hacer cualquier cosa. No va a arreglar bajo cualquier condición". Según el ministro, la restructuración "que ahora está en juego es uno de los pilares centrales del crecimiento que ha tenido el país estos años". Recordó que Argentina "viene regularizando la deuda de manera sistemática, clara, transparente y ordenada". Recordó que "este Gobierno no tomó esta deuda sino que tuvo principios férreos y capacidad de pago para permitir seguir creciendo como país. No podemos estar de nuevo en una Argentina en la que por pagar deuda, reine el hambre y la miseria".

Críticas de Kirchner

El lunes por la noche, Fernández de Kirchner había calificado de "extorsivo" e "inmerecido" el dictamen del supremo norteamericano. La presidenta dijo a su vez que ese fallo afecta al "sistema económico y financiero global". La posición de la máxima autoridad judicial de EEUU, añadió, no tuvo en cuenta el reclamo de Gobiernos como los de Francia, México y Brasil, así como de "más de cien parlamentarios británicos", en apoyo a la postura argentina.

Absurdo

Fernández de Kirchner dijo que si el país pagara conforme lo dictaminó en 2012 el juez de Nueva York, Thomas Griesa, otro 7% de quienes no aceptaron ninguna de las restructuraciones previas “estaría en condiciones de reclamar otros 15.000 millones de dólares, más de la mitad de las reservas del Banco Central, cosa que es absurda".

Cláusula RUFO

"Llegó la peor noticia sobre las finanzas argentinas de los últimos años", señaló Eduardo Anguita, columnista de Tiempo Argentino. "La larga pelea que se inició a fines de diciembre del 2001 con la cesación de pagos (default) tenía una fecha precisa en el calendario para amortiguar un fallo adverso para la Argentina. Este es quizá el punto más delicado: el último día hábil de 2014 vencía la llamada cláusula RUFO (Derechos sobre Ofertas Futuras por sus siglas en inglés) establecida por los tribunales norteamericanos para la reestructuración de la deuda argentina". Esa cláusula "otorgó a todos los tenedores de títulos que hubieran entrado en los canjes de 2005 y 2010, la posibilidad de reclamar mejoras a las quitas que voluntariamente aceptaron en caso de que algún otro tenedor de títulos hubiera obtenido una negociación más ventajosa". A partir del 2 de enero del 2015 expiraba el derecho a reclamar más. Pero el dictamen del supremo de EEUU ha cambiado la escena.