En el polígono de Vara de Quart de Valencia hay una enorme nave en cuya parte más alta se lee: mercadona.es. Es la colmena, la nave-laboratorio donde se prueba el nuevo modelo de compra on line. A medio camino entre gran almacén logístico de Amazon y supermercado al uso, en este espacio trabajan 160 personas entre preparadores de pedidos, repartidores, atención al cliente... Por fuera parece una clásica nave logística; por dentro, oficinas y espacio para la plantilla de atención al cliente (a través de chat y teléfono) y una gran zona central para la preparación de los pedidos.

En esta hay una docena de largos pasillos, como un súper habitual pero de grandes magnitudes. Contienen los productos secos, divididos en tres zonas: alta rotación (productos más pedidos, entre ellos, agua, leche, Coca-cola y papel higiénico y de cocina), secos en general y blandos-delicados. Los pickers (preparadores de pedidos) trabajan con unos toros especiales con diversas cajas que llenarán con productos para hasta seis comandas diferentes. A diferencia del almacén de Amazon, aquí hay más orden, aunque se pueden encontrar vinos al lado de conservas. «Ponemos productos diferentes al lado para que no haya confusión al cogerlos», explican sus responsables.

Hay unas 8.000 referencies, como las de una tienda normal. Cuentan con cámara de frío y congelador; de preparación de carne y pescado y horno. El picker tarda una hora en preparar los seis pedidos. Casi todo el proceso es manual.