La pandemia que comenzó siendo sanitaria se ha tornado ya en económica y las perspectivas para el colectivo de trabajadores autónomos no son buenas. Más de 300.000 trabajadores por cuenta propia tendrán que cerrar su negocio antes de que finalice el año, con los sectores del turismo y la hostelería como los más afectados. Y es que el volumen de negocio y facturación entre este colectivo, al igual que en general entre el tejido empresarial español, se verá significativamente mermardo por los efectos colaterales de la covid-19. Concretamente, la facturación entre los afiliados al RETA será, de media, la mitad este año que el anterior. Esta son algunas de las conclusiones que incluye el último barómetro publicado este jueves por la asociación ATA sobre el estado de salud económica de los trabajadores autónomos en España. Su presidente, Lorenzo Amor, ha insistido al Gobierno a renovar la prestación por cese de actividad para minimizar esos cierres y ha criticado que el Ejecutivo no haya tomado todavía una decisión al respecto.

En el actual proceso de desescalada y a pocos días de finalizar el estado de alarma, nueve de cada diez trabajadores autónomos ya han reactivado su actividad. El ritmo de esa reincorporación, o más bien la falta del mismo, es uno de los principales problemas que detectan desde la asociación ATA. "Activación nada tiene que ver en recuperación", ha afirmado el presidente de la entidad, Lorenzo Amor. Pues el 72,4% de los 2.420 encuestados afirma estar trabajando al 50% o menos de capacidad. Solo el 12% de los trabajadores por cuenta propia opera al 100% en estos momentos. La falta de confianza del consumidor, por cuestiones sanitarias, y la pérdida de poder adquisitivo, debido a la pérdida de empleo, los ertes o el cierre temporal de negocios, son los principales motivos detectados desde ATA.

Parte de esa falta de actividad se mantendrá durante los próximos meses y el periodo de confinamiento más estricto pesará en los balances del ejercicio. Pues el barómetro de junio de ATA indica que la facturación media de los 3,2 millones de trabajadores será la mitad este año en comparación del anterior. Lo que tendrá un impacto directo en la supervivencia de parte de ese colectivo y es que, según las estimaciones de ATA, más de 300.000 afiliados al RETA (el 9,7%) se darán de baja y cerrarán sus negocios antes de acabar el año. Y otro 30%, lo que equivaldría a casi un millón de trabajadores por cuenta propia, afirma que continuará su actividad, pero reconoce un riesgo de cerrar en un futuro.

El presidente de ATA ha insistido al Gobierno la necesidad de extender la prestación por cese de actividad para minimizar esa posibilidad de cierre, que no puedan reactivarse con la misma intensidad que otros. Esta prestación, a la que se han acogido 1,4 millones de trabajadores por cuenta propia, según la última nómina pagada por la Seguridad Social, está pendiente de renovación. Pues si no hay cambio normativo, la del mes de junio será la última nómina que el erario público abonará a los afiliados al RETA que hayan visto disminuida drásticamente su facturación.