La deuda de Parmalat ascendía el 30 de septiembre a 14.300 millones de euros, según el informe que los auditores de Price Waterhouse- Coopers han enviado al administrador extraordinario de la firma, Enrico Bondi. La antigua dirección del grupo había reconocido que el déficit contable era sólo de unos 1.800 millones de euros.

La propia Parmalat informó ayer a través de una nota de ese informe de la auditora, que señala también que la disponibilidad financiera en esa fecha era "irrelevante". Entre enero y septiembre del año pasado, la compañía italiana registró unos ingresos de 4.002 millones de euros, frente a los 5.376 millones que la firma que presidía Calisto Tanzi había comunicado oficialmente. En cuanto al ejercicio del 2002, la auditora señala que la facturación total ascendió a 6.202 millones de euros, mientras que la cifra declarada por los anteriores directivos era de 7.722 millones.

Las diferencias son también enormes en los beneficios operativos brutos, ya que los 931 millones de euros que figuraban en el balance de Tanzi se han reducido a 286 millones por Price Waterhouse-Coopers. Según los administradores de Parmalat, el trabajo de la auditora "está en curso", por lo que "los resultados no son definitivos".