El cambio en la política de comisiones que cobran los bancos por la retirada de efectivo en sus cajeros automáticos y la reducción de la red durante los años duros de la crisis han comportado el aumento del valor medio de las operaciones de retirada de efectivo. Así lo constata el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hecho público ayer. La Comisión explica que una de las razones de esta manera de actuar de los clientes es que en la medida en que la red se hace menos capilar «se incrementa el coste de desplazamiento para los consumidores de encontrar un cajero de su red donde no le cobren comisiones o de la red donde estas sean menores».

El informe se refiere a los ejercicios del 2016 y el 2017, pero incluye también un avance del panorama de los cajeros en el 2018. Según las últimas cifras disponibles, CaixaBank continúa siendo la entidad con mayor número de cajeros de España, con el 18,5% del total y 9.400 dispensadores, seguido del BBVA, con un 12,5% de estos dispensadores; y el Banco Santander, con casi un 10%, casi empatado con Bankia. Entre las cuatro entidades tienen más de la mitad del parque de cajeros.

Con datos del 2017, la autonomía con más cajeros activos es Cataluña (7.375), seguida de Madrid (6.317) y Andalucía (6.270). Más de un tercio de los cajeros de CaixaBank están en Cataluña, donde copa casi la mitad de este servicio y es la primera de la red, posición que también ocupa en Andalucía, Canarias, Navarra y Baleares. La red Euro6000 es la que domina en la mayoría de autonomías, mientras que Bankia es la primera en Madrid, Valencia y La Rioja y Banc Sabadell en Alicante.

Pese al aumento de operaciones y también de efectivo en cada una de estas, la CNMC constata que se está produciendo un cambio de prestación de servicios financieros hacia un modelo multicanal, con un incremento de pagos con tarjeta y otros sistemas como el móvil. Así, el número de operaciones de pago con tarjeta en tiendas y servicios que disponen de terminales de puntos de venta (TPV) se saldó con un importe de más de 3.400 millones de euros en el 2017, una cifra que más que triplica las retirada de efectivo en cajeros ese mismo año (933.515 euros). Este fenómeno se ha producido gracias a un aumento muy fuerte de las operaciones con tarjeta.