El australiano Mathias Cormann ha sido elegido este lunes como nuevo secretario general de la OCDE para sustituir al mexicano Ángel Gurría a partir del 1 de junio, según ha anunciado la organización. Cormann, ministro de Finanzas de su país entre los años 2013 y el 2020, fue nombrado en una reunión de los embajadores de los 37 países que componen la Organización par la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Su mandato, de cinco años, comenzará coincidiendo con la conferencia ministerial anual de la OCDE, que se celebrará entre el 31 de mayo y el 1 de junio.

Uno de los principales retos del sucesor de Ángel Gurría será implicar a EEUU para acordar una fiscalidad digital a escala internacional. La organización trabaja desde hace tiempo para promover un nuevo sistema impositivo que evite el traslado de beneficios de un estado a otro, para evitar pagar impuestos. Según estimaciones de la propia entidad, anualmente se dejan de pagar a los distintos erarios públicos unos 240.000 millones de dólares por parte de las grandes corporaciones.

Cormann, de 51 años de edad, se impuso a la otra candidata que había llegado hasta la fase final de la elección, la exministra sueca y antigua comisaria europea Cecilia Malmström. Los dos habían obtenido el mismo número de apoyos en la quinta ronda de consultas que había llevado a cabo el representante británico Christopher Sharrock, que como decano de los embajadores era el responsable de dirigir el proceso desde que se abrió a comienzos de septiembre. Será el sexto secretario general de la organización desde su creación en 1960 y el primero de un país de la región Asia-Pacífico.

Sharrock convocó el pasado día 12 a sus otros 36 colegas y organizó con ellos un voto confidencial en el que la balanza se decantó en favor del australiano, y anunció en consecuencia que propondría que fuera Cormann quien tomara el relevo de Gurría, que lleva quince meses en el cargo. Cualquier país podría haber impuesto su veto a esa propuesta, pero era una hipótesis poco probable, por el riesgo de desestabilizar el funcionamiento de la organización.

Cormann dejó a finales de octubre su cargo de ministro de Finanzas de Australia para consagrarse a su candidatura a la OCDE, que se ha tenido que enfrentar sobre todo a críticas de organizaciones ecologistas. Le reprochaban haber sido uno de los más altos responsables de un Gobierno australiano señalado durante años por su defensa del uso de los combustibles fósiles en general, en particular del carbón, uno de los principales productos de exportación del país.

Por eso, como lo había hecho estos últimos meses, en cuanto supo que Sharrock lo proponía como secretario general quiso dar garantías sobre su compromiso con la lucha contra el cambio climático y con los Acuerdos de París, que es una de las principales líneas de acción de la OCDE. En un comunicado, aseguró que mantendrá las grandes prioridades de Gurría, y entre ellas la de "alentar y promover una acción ambiciosa y eficaz a escala mundial sobre el cambio climático" con el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono "de aquí a 2050".