Unos 50 trabajadores autónomos aragoneses dependientes de Bimbo se concentraron ayer a las puertas del centro comercial Grancasa de Zaragoza para visibilizar el riesgo que corre su actividad económica.

A partir del próximo 31 de marzo, estos autónomos, junto con 110 del País Vasco, Logroño y Navarra (zona norte) se verán obligados a dejar de vender pan de molde después de que la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) obligara a Bimbo -que compró la marca Panrico el pasado verano- a eliminar esta línea para evitar el monopolio. A partir de esa fecha será la firma Adam Foods -que finalmente absorbió Bimbo y Panrico- la que distribuirá el pan de molde. Los repartidores de Bimbo tendrán entonces que limitarse a distribuir solo la línea de bollería y critican que ello va a afectar directamente a su facturación.

MANTENER LA CARGA DE TRABAJO

«Nos preocupa que no podamos seguir ejerciendo nuestro trabajo», explicó ayer el portavoz del colectivo en Aragón, José Carlos Gracia, que aseguró que ellos siempre han tenido una relación «de asalariados» con la empresa. «Nuestra facturación se va a ver reducida en un 40%, algo inasumible», lamentó el portavoz.

Según explicó Gracia, la propuesta que les ofrece la empresa es «prescindir de la relación laboral de ocho autónomos de Zaragoza para repartir esa carga de trabajo entre el resto», una proposición que los autónomos no están dispuestos a aceptar.

En España hay unos 750 autónomos dependientes de Bimbo y 1.400 de Panrico afectados por esta situación.