La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA-UGT) ha recibido como un "insulto" el anuncio del director de la Agencia Tributaria, Luis Pedroche, de que se reformará el régimen de módulos del IRPF dentro de la ley de medidas de lucha contra el fraude que el Gobierno tiene previsto aprobar el año próximo.

En una nota, la UPTA afirmó ayer que "vincular a todo el colectivo de autónomos que declaran por este sistema con el concepto de fraude no puede considerarse más que como un insulto a un colectivo que sigue siendo el que sufre una mayor presión fiscal y, además, cuenta con un menor nivel de protección social".

Algunos colectivos concretos, como los del pequeño comercio y el taxi, no se dieron por aludidos respecto a la idea de que el régimen de módulos genera un elevado volumen de fraude en su sector, ya que no existe obligación de emitir facturas.

EL FRAUDE NO ESTA AQUI "El fraude fiscal no se produce donde hay módulos", explicó ayer el presidente de la asociación de pequeños comerciantes CECOMA, Salvador Santos Campano. "El fraude está en las profesiones liberales. Yo voy al médico y no me dan ninguna factura. Ahí es donde está el fraude; no en el pequeño comercio", afirmó.

El presidente de la Confederación del Taxi de España, Miguel Tomás, tampoco ve en este sector un foco de fraude. En el sistema de módulos, el taxi paga en función de las personas empleadas y del número de kilómetros recorridos al año. "Pasamos revisiones periódicas en la ITV, que controlan el kilometraje. Casi todos los taxistas tienen un rendimiento similar, aquí no pasa como con las peluquerías, que si está en una calle mejor, gana más. Además, no generamos facturas falsas, porque nuestros clientes no son empresas", dice.

En general, el régimen de módulos es para negocios con una facturación máxima de hasta 450.000 euros y compras de hasta 300.000 euros. Además, en el sector del taxi hay un tope de tres vehículos por contribuyente. Una de las ideas globales que baraja Hacienda es estrechar los límites que permiten estar en módulos. "No nos preocupa demasiado. El 98% de los taxistas sólo tienen una licencia", afirma Tomás.

Los inspectores de Hacienda han pedido reiteradamente la supresión del régimen de módulos, por entender que este sistema sí es capaz de generar elevadas bolsas de fraude fiscal, sobre todo en el IVA, por la no emisión de facturas.

PONER LIMITES Valentí Pich, presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), compartió ayer esta idea. "Creo que los módulos sólo deben existir para los negocios que no facturen a otras empresas, porque, si no, contaminan el sistema con la no emisión de facturas", explicó.

Esta es, precisamente, la principal línea de reforma que estudia la Hacienda. La otra consiste en elevar las cuantías de los módulos, que permanecen invariables desde hace ocho años.

Pich destaca, además, que el sistema puede resultar injusto: "Un contribuyente en módulos, a quien le vaya muy bien el negocio, puede tributar mucho menos que otro que gane lo mismo, pero que esté en estimación directa".

Hace 12 años, cuando se implantó el sistema, fue de gran utilidad, porque hizo tributar, mucho o poco, a un buen número de contribuyentes que, hasta entonces, no se relacionaban con el fisco. "Después se han ido adoptando medidas para ir expulsando a contribuyentes. El PP intentó expulsar del régimen a las sociedades civiles, pero al final no se atrevió", recuerda Pich.

Finalmente, el presidente del REAF es consciente de las implicaciones políticas que rodean cualquier reforma de un régimen por el que tributan unos 800.000 autónomos (unos dos millones, con agricultores y ganaderos): "O lo hacen pronto, o no lo hacen. Hay que hacerlo con mucha antelación respecto a unas elecciones".