La firma Aranela, dedicada a la elaboración de cosmética 100% natural, abrió su laboratorio en el municipio oscense de Santalecina en el 2003. Desde entonces, esta pyme aragonesa no ha dejado de crecer y ya da empleo a cerca de 20 personas. Hace unos años, sin embargo, comenzó a notar los efectos de la crisis y su ritmo de crecimiento se aminoró. "Sabemos que si queremos seguir avanzando nos tenemos que posicionar en otros mercados, porque en España el consumo ha caído mucho", subraya el cofundador de Aranela, José Abizanda. Con ese claro objetivo acudió ayer al V Encuentro Internacional de Aragón Exterior (Arex), celebrado en el hotel Hiberus.

Como él, cientos de empresarios fueron asesorados por delegados comerciales de más de 40 países que destacaron el interés de las pymes aragonesas por conquistar nuevos mercados. De hecho, la empresa pública de la DGA había concertado más de 650 entrevistas individuales entre los dos días que dura el encuentro.

"Este tipo de jornadas son muy útiles porque en 48 horas una empresa puede saber qué aspectos le faltan para exportar o si ha elegido bien los países en cuestión", explica el delegado comercial de Arex en China, Rafael Llopis, que lleva 13 años trabajando con el gigante asiático. Su agenda está repleta de entrevistas con empresas "de todo tipo de sectores", aunque la agroalimentación gana por goleada. "En China hay mucho interés por los productos españoles y ahora también es un mercado muy interesante para la agricultura, ya que se está vendiendo mucha alfalfa", señala Llopis, que apunta que la clase media china ha crecido mucho en los últimos años y, por tanto, la capacidad de consumo también se ha disparado.

El veto ruso

Algo parecido ocurre en Rusia, aunque el delegado comercial de Arex en este país, Karlos Landeta, aconseja aterrizar primero en países "más cercanos y sencillos". Como no podía ser de otra forma, Landeta reconoce que el veto a varios alimentos de la UE "está haciendo mucho daño", sobre todo en el sector frutícola, pero confía en que se solucione pronto. "El resto de mercados funciona con total normalidad", indica Landeta, que dice que en Rusia "hay un gran déficit en equipamiento industrial".

Donde "todo está por hacer", según su delegado comercial, José Arnau, es en Rumanía. "Es como España hace 25 años, por eso hay mucha oferta pública, además de la mano de obra barata, que atrae a muchas empresas", señala. Otra de las zonas "con mayor potencial de crecimiento" es India y el sudeste asiático, aunque las empresas aragonesas aún están "mal posicionadas". "Vemos que como ahora no tienen muchos recursos, lo que quieren son resultados a corto plazo y no diseñan una estrategia a años vista, que es como hay que entrar en India", explica Carolina Rius.

En cualquier caso, la mayoría de delegados coinciden en que el empresario de la comunidad suele tener un perfil conservador a la hora de exportar e incluso es "demasiado precavido".

Según apuntan desde Arex, China, Alemania y Emiratos Árabes son las zonas que más interés han despertado este año entre las pymes aragonesas. A Daniel Bolea, de Muebles Bolea, le gustaría hacer negocios en este último país. "Los sillones que hacemos nosostros son de un corte más clásico y eso suele gustar allí", indica. El joven, que representa a la tercera generación de la empresa, se fue ayer con "buenas sensaciones" de la jornada. "Ya vendemos fuera el 70% de nuestra producción, pero esperamos exportar más porque el mercado en España está bastante parado".