Borrón y cuenta nueva. El Gobierno socialista ha decidido aflorar todos los pasivos exigibles y cargas potenciales heredadas antes de elaborar sus primeros presupuestos, los del 2005. El Ejecutivo de José María Aznar legó un déficit adicional de 6.140 millones de euros, el 0,78% del producto interior bruto (PIB), imputable al presente ejercicio, según un informe que el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, presentó ayer al Gobierno. De mantenerse los ingresos pronosticados por el Gobierno del PP, las deudas afloradas elevarán el déficit de la Administración central en el 2004 hasta el 1,2% del PIB, frente al 0,4% previsto.

El mayor déficit podría incrementarse con pasivos de sociedades y organismos públicos. Aquí se incluyen unos 2.600 o 2.800 millones más que pueden tacharse ya "con certeza alta" como déficit futuro, según fuentes del ministerio. Estas cifras de pasivo corresponden a la deuda asociada a la compra de infraestructura ferroviaria (1.800 millones), que deberá atribuirse al Estado con la entrada en vigor de la ley del sector ferroviario el 31 de diciembre; y los otros 800 millones corresponden a avales otorgados a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), según las mismas fuentes. Además, habrá que añadir más de 200 millones en ayudas por el hundimiento del Prestige.

Los gastos inmediatos que se han incorporado a las cuentas del 2004 son una de las cuatro partes del informe. Otra corresponde a operaciones del pasado con riesgo de déficit y endeudamiento futuro, como deudas de Renfe o el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), si la Unión Europea modifica las normas.