Mucha preocupación. Esa es la reacción que ha generado en Baleares la noticia de la compra de Air Europa por parte de Iberia. Y eso es así especialmente porque la conectividad aérea de Mallorca con el resto de España puede verse limitada básicamente al propio grupo IAG, que también incluye a Vueling. En este escenario, Ryanair será el único competidor, y todo el mundo sabe cómo trabaja esta última, que en cuanto una ruta no le resulta rentable la abandona, según se apunta desde el sector, informa Diario de Mallorca.

Esa percepción de que las conexiones entre el aeropuerto palmesano y el resto del país quedan básicamente en manos del grupo IAG una vez incorporada Air Europa (algo previsto para mediados del próximo año) es cierta. Durante los primeros nueve meses de este año, por Son Sant Joan pasaron 5,7 millones de pasajeros a través de rutas nacionales.

De estos, 1,8 millones fueron de Vueling; 1,1 millones, de las marcas de Iberia; y 1,5 millones de Air Europa. La suma de todas ellas supera los 4,4 millones de usuarios, lo que equivale al 77,5% de las personas que han viajado en vuelos domésticos. Frente a este nuevo gigante, solo Ryanair aporta cifras significativas, con algo más de 1,1 millones de pasajeros, es decir, el 20,01% del total. La suma de las de más aerolíneas ha supuesto poco más del 2,3% del pasaje entre Palma y el resto del país.

El primero en expresar la preocupación por esa enorme dependencia que se va a tener del grupo IAG en las conexiones de Mallorca y el resto del país fue el presidente de la asociación de agencias de viajes de las islas (Aviba), Francisco Mulet, que compartió la opinión de que la conectividad del archipiélago con otros destinos peninsulares va a quedar básicamente en manos del grupo del que Iberia forma parte.

POSICIÓN DE DOMINIO

Es una situación que además se reproduce en el conjunto de España, ya que alrededor del 70% de los vuelos domésticos del país quedarían en manos del grupo resultante. En opinión de Mulet, eso puede suponer una posición dominante en el mercado. De ahí que reclame que tanto la Administración central como la balear pongan la lupa sobre los efectos que esta compra puede tener, con la correspondiente intervención de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Tras Aviba, esa misma preocupación fue expresada por patronales, sindicatos, asociaciones de consumidores y partidos del archipiélago, especialmente por el impacto que ello puede tener sobre los precios de los billetes de avión y sobre el debilitamiento de las conexiones con otros puntos de España. Este temor fue puesto sobre la mesa por patronales como PIMEM, cuyo presidente, Jordi Mora, apuntó el riesgo de que se genere una subida de precios, o por la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), aunque en este caso su máxima responsable, Carmen Planas, se limitó a reclamar que garanticen la conectividad y el empleo.

También asociaciones de consumidores como Consubal o Facua temen que la concentración de suponga encarecimiento de los vuelos. Incluso partidos como Més, Ciudadanos, Podemos o El Pi lo expresaron. Por su parte, desde la Consejería de Hacienda destacó que esta operación no repercutirá en los ingresos tributarios de la autonomía, ya que el impuesto de sociedades e IVA dependen del Estado.