El buen año que vivieron los bancos en España en el 2003, con un beneficio récord de 6.336 millones de euros y con un aumento del volumen de negocio, no impidió que estas entidades siguieran recortando plantilla, que se redujo en más de 2.400 personas. El Anuario Estadístico 2003 publicado ayer destaca que los bancos que operan en España terminaron el año con 112.047 empleados, frente a los 114.476 del 2002.

La mayoría de los recortes correspondió a los bancos españoles, que pese a elevar sus resultados el 15,3%, cerraron el 2003 con 2.053 empleados menos. Los recortes se materializaron en la mayoría de los casos en planes de prejubilación o bajas incentivadas. Sólo los tres grandes bancos españoles --SCH, el BBVA y el Popular-- jubilaron anticipadamente el pasado año a 3.836 trabajadores que rondaban los 55 años.

Las reducciones de plantilla, inferiores a ejercicios precedentes, fueron un elemento clave para que los bancos siguieran mejorando su ratio de eficiencia, uno de los más bajos de la UE.