El Banco de España no descarta que la "incertidumbre" sobre la capacidad de crecimiento de la economía, la sostenibilidad de algunas prestaciones sociales en su nivel actual o el deterioro de las finanzas públicas tengan un "efecto desfavorable" sobre el consumo de los países de la Unión Económica y Monetaria (UEM) en el 2004.

Según aparece recogido en su último Informe de Coyuntura, el consumo privado de las familias es la partida de gasto "más importante" del PIB ya que, en el caso de la UEM, representa alrededor del 57% de este agregado. Esta variable ha experimentado en los últimos años una "notable debilidad", especialmente en el periodo 2001-2003 que, según el organismo, no es fácil de explicar atendiendo a sus determinantes habituales como son la renta disponible, los tipos de interés reales o la riqueza de las familias.

Entre los factores que pudieron incentivar el ahorro de las familias, y por lo tanto, la disminución de su consumo, el organismo emisor cita el deterioro de las finanzas públicas en la UEM, la incertidumbre sobre el cobro de pensiones y prestaciones sanitarias por el envejecimiento de la población o las perspectivas negativas de crecimiento.