El subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, ha desvelado este viernes que Emilio Saracho, presidente del Popular hasta su intervención exprés y venta al Santander por un euro, no agotó el crédito de emergencia que le estaba otorgando el supervisor español en nombre del Banco Central Europeo (BCE). Se trata de una cuestión importante, ya que la entidad cayó precisamente por un problema de liquidez ante la fuga de depósitos de clientes que sufría. "No puedo responder", ha contestado a la cuestión de porqué los gestores no pidieron más recursos.

"Sospecho que el banco tenía potencialmente más garantías (para pedir esos créditos excepcionales) porque lo que nos trajeron es relativamente poco. Pero no las vimos, no lo puedo certificar", ha sostenido en unas jornadas de la APIE y el BBVA. "¿Cómo puedes pensar que no les preguntamos?", ha contestado a la pregunta de si el Banco de España cuestionó al Popular por qué no aportaba más garantías. La respuesta de los gestores de la entidad fue sorprendente: "A lo mejor esta noche".

Pocas horas después el banco se declaró inviable, y paralelamente el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) del BCE lo declaró también inviable, lo que dio inicio a su intervención. Alonso, con todo, ha admitido que el Popular hubiera acabado igualmente intervenido. "No sabría si hablar de horas o minutos, depende de la salida de depósitos, podría haber sido la noche del miércoles al jueves (un día más tarde de cuando sucedió)", ha afirmado después de asegurar que tampoco sabe si los gestores "tiraron la toalla antes de tiempo o no, pero no daba la impresión de que hubiera mucho tiempo".

OTRO ERROR DE GESTIÓN

Lo que el subgobernador ha venido a dejar claro es que Saracho cometió un grave error de gestión. Pese a la fuga de depósitos que sufría el Popular, su presidente no movilizó de forma suficiente y con la necesaria antelación los activos necesarios para pedir la liquidez de emergencia del BCE. Esa equivocación no provocó la caída del banco, pero la anticipó y es una muestra más de la mala gestión que padeció la entidad en sus últimos meses de vida.

Alonso también ha querido defender la actuación de su institución. Las autoridades de supervisión y resolución de bancos, ha recordado, son ahora europeas y el papel del Banco de España fue conceder "toda la liquidez que pudo" al Popular en función de las garantías que le presentó la entidad. Los inspectores, ha añadido, miran las principales líneas de liquidez de los bancos, pero es responsabilidad de las entidades "estar preparadas" para emergencias.

También ha defendido que el Popular fue solvente hasta el día de su intervención, como aseguraba el ministro de Economía en nombre del propio Banco de España en las semanas previas, y que murió por un "problema de confianza" cuyo origen es "opinable" y porque "no estaba claro su futuro" por "debatibles" razones. "No sé qué más les puedo decir si el propio banco se declaró inviable, qué autocrítica quieren que haga", ha concluído.