El Banco de España echó ayer un jarro de agua fría a las aspiraciones de la constructora Sacyr-Vallehermoso, de hacerse con el 3,1% del BBVA y convertirse en su accionista de referencia. El instituto emisor comunicó al presidente de la constructora, Luis del Rivero, que debe seguir esperando la autorización del banco central.

La carta, firmada por el subgobernador Gonzalo Gil, es la respuesta a la petición de permiso del presidente de Sacyr para llevar adelante la compra. En ella, según fuentes de la constructora, el subgobernador emplea apenas dos párrafos para decir que dado que quieren controlar el 3,1% del BBVA para convertirse en socio de referencia y tener "influencia notable" en su gestión, efectivamente, deben de tener autorización formal del Banco de España. Pero no dice en ningún momento que se les vaya a dar. "Lo que hemos interpretado de la carta es que nos dicen que sigamos esperando, y eso desinfla mucho el proyecto. Si el Banco de España no nos autoriza expresamente en esta semana, es obvio que la operación no puede seguir adelante", explicaban en Sacyr.

Otras fuentes financieras y del Gobierno, interpretaban ayer que el gobernador, Jaime Caruana "va a hacer lo mismo que Pedro Solbes, inhibirse en el asunto. Y dar la callada por respuesta en un caso como éste equivale a un no ", subrayaban.

El máximo órgano regulador puede tardar hasta tres meses en responder, un plazo que Sacyr no podría aguantar. La constructora, encabezada por Rivero y los financieros Juan Abelló y Demetrio Carceller --muy involucrados y compradores también a título personal de acciones del BBVA (podrían tener algo más del 0,48%)-- perdió el lunes un 7% en bolsa y ayer un 5,25%.

Tras la misiva del Banco de España, la última esperanza en medios próximos a Sacyr es que desde la Moncloa, el asesor del presidente, Miguel Sebastián, que ha apoyado la operación desde el principio, llame al gobernador, Jaime Caruana, para presionar. Pero hasta esta posibilidad, según coinciden tanto fuentes financieras como otras próximas al Gobierno, se veía ayer como muy remota: "Sebastián puede llamar, pero Caruana y Gonzalo Gil resistirán. Se van en el 2006, y no van a manchar su carrera con esta jugada".

Fuentes del Gobierno confirmaban ayer que el vicepresidente Pedro Solbes no va a entrar en la batalla "porque es muy difícil sostener que este Gobierno entregue el segundo banco del país a unos constructores más de derechas que el propio Francisco González y con la constructora más endeudada del sector".