La de Novacaixagalicia es la primera sentencia que condena a directivos del sector financiero a ir la prisión que se cumplirá. La Audiencia Nacional condenó a dos años al exdirector general de Caixa Penedès Ricardo Pagès y a un año a otros tres exdirectivos de la entidad por el cobro irregular de pensiones millonarias. Sin embargo, ninguno de los cuatro ingresaron en la cárcel al haber devuelto los 28,6 millones de euros que se embolsaron en concepto de jubilación tras abandonar la entidad. Pagès se había adjudicado 11,6 millones de euros, Santiago José Abella 5,7, Manuel Troyano 6,1 y Juan Caellas 4,8 millones. Había un cuarto imputado que falleció.

El expresidente de Bancaja y de la Generalitat Valenciana José Luis Olivas fue condenado a un año y medio de prisión por falsificar una factura por asesoramiento a Vicente Cotino, sobrino del expresidente de las Corts valencianas, Juan Cotino, que nunca realizó. La jueza rebajó la pena por dilaciones indebidas y no entró en prisión, aunque tiene otras causas pendientes.

La Audiencia condenó en enero de 2016 a dos años de cárcel al expresidente de Caja Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, y al exdirector Ildefonso Ortega, por un delito societario de falsedad contable. También fueron inhabilitados a ocupar cargo público y absueltos del delito de administración fraudulenta. No llegaron a pisar una celda.

Quien si protagonizó un fugaz paso por la prisión de Soto del Real en dos ocasiones fue el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, tras que el juez Elpidio José Sánchez--quien luego tuvo que abandonar su puesto por este caso--, considerara que había indicios de delito en la compra del City National Bank de Florida realizada por la caja que entonces dirigía. No ha llegado a haber acusación por este caso, aunque Belsa se sentó en el banquillo por las tarjetas 'black'.