Bantierra, la Caja Rural de Aragón, obtuvo el año pasado un beneficio de 9,1 millones de euros, un 30,3 por ciento más que en 2016, gracias a la venta de una cartera de activos inmobiliarios improductivos, por unos 330 millones, y de la Caja Abogados.

Según ha afirmado hoy el director general de Bantierra, Luis Ignacio Lucas Domínguez, con motivo de la asamblea general celebrada hoy por la entidad en Zaragoza, esos han sido los dos hitos que han marcado un ejercicio que ha sido "satisfactorio" a pesar de que ha sido "poco fácil", entre otros motivos por unos tipos de interés "por los suelos" y sin perspectivas de que crezcan al ritmo previsto.

El año pasado, ha explicado, la cooperativa de crédito aragonesa se quitó un "lastre importante" de activos relacionados con el sector de la promoción y la construcción, y culminó en diciembre la venta de la red de oficinas de Caja Abogados, fundamentalmente radicadas en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Madrid, a Arquia Banca.

Han sido dos hitos que "han afianzado los pasos para el futuro" para una entidad con una plantilla "dinámica, motivada, que está cerca de la gente", y eso ha permito incrementar el número de socios el año pasado en 4.700, superando actualmente los 123.000.

Bantierra, ha remarcado, espera aprender de los errores del pasado para no "tropezar en la misma piedra dos veces", desechando por tanto la actividad en el sector inmobiliario, porque su "ADN" como caja rural es el sector agroalimentario. "Zapatero a tus zapatos", ha aseverado.

Dado que los tipos de interés siguen bajos, ha dicho, la entidad tendrá que hacer "esfuerzos" para conseguir unos buenos resultados de otra forma, por medio de la contención del gasto y los saneamientos, algo que ya está consiguiendo, pues en el primer cuatrimestre del año la entidad ha superado los objetivos marcados en la cuenta de resultados.

Según las cuentas de la entidad aprobadas hoy en asamblea, Bantierra cerró 2017 con un volumen de negocio minorista de 7.761 millones de euros y con 1.229 millones de recursos de clientes gestionados fuera de balance, un 13 por ciento más.

La solvencia se situó en el 13,69 por ciento frente al 11,93 de 2016, con un superávit de recursos propios de 70 millones de euros, y aunque la entidad redujo su exposición en créditos, concedió más de 15.200 operaciones, el 43 por ciento al sector agroalimentario.

La venta de activos relacionados con la construcción por cerca de 330 millones redujo la morosidad al 7,2 por ciento, por debajo de la media del sector, mientras que el ratio de cobertura se situó en el 57 por ciento.

En el negocio agrario, Bantierra representa en Aragón una cuota superior al 30 por ciento en la tramitación de la Política Agraria Común (PAC), con una penetración en Huesca y Zaragoza del 36,7 % y del 42,2 %, respectivamente