El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, afirmó hoy que uno de los mayores problemas de la Unión Europea (UE) es el desempleo e instó a aplicar reformas estructurales en lugar de hablar de flexibilidad.

"La realidad es que sigue habiendo grandes diferencias entre los distintos estados miembros. No estamos donde queremos estar en términos de crecimiento y de creación de empleo, posiblemente el desempleo es uno de los problemas más graves que aún tenemos", sostuvo.

En estos términos se expresó Durão Barroso en su intervención durante el debate "El futuro de Europa. Aplicando Reformas", en la segunda sesión del Foro Ambrosetti, un punto de encuentro entre líderes económicos y políticos mundiales en Cernobbio (norte de Italia) hasta el domingo.

Barroso se refirió también a la "flexibilidad" como uno de los términos más debatidos, dijo, por los estados miembros, e instó a los Veintiocho a efectuar reformas estructurales.

"No quiero hablar de flexibilidad, porque creo que debemos evitar todo lo que nos desvíe la atención de las reformas y a veces algunas discusiones hacen que relajemos nuestros esfuerzos de cara a aumentar el crecimiento y la competitividad en Europa", afirmó.

Y prosiguió: "Hablar de flexibilidad es exagerado. Estamos implementando esa flexibilidad. De hecho, la CE ha propuesto numerosas veces que corrijan el déficit a Francia, España, Grecia, Portugal e Irlanda. No podemos decir que no hay flexibilidad".

El presidente de la CE también insistió en la importancia de mantener esa flexibilidad que solicitan algunos países miembros, buscando "la manera inteligente de aplicar la estabilidad y el crecimiento" en Europa, y puso como ejemplo a Italia.

"Son necesarias reformas estructurales (para superar la crisis). Hagámoslas. Países como Italia las necesitan y parece que ahora el primer ministro Matteo Renzi las ha anunciado en su programa de 1000 días. Es importante conseguir que los mercados recuperen la confianza en Italia", subrayó.

Barroso resumió el programa que la UE está llevando a cabo desde el inicio de la crisis con el fin de recuperarse, un programa que, dijo, se basa en tres puntos fundamentales: el primero de ellos es "reforzar el sistema económico de los países para atajar desequilibrios financieros y macroeconómicos".

El segundo es lograr la "estabilidad en la UE a través de mecanismos de soporte fiscal y programas de reformas para los estados con desequilibrios", y el tercero "reparar el sistema financiero".

El presidente de la CE resaltó que "la responsabilidad de la crisis es mundial" y pidió a los países miembros mayor "integración, en lugar de confrontación".

El Foro Ambrosetti celebra este año su cuadragésima edición y lo hace con tres días dedicados a la economía y a la política, ayer al nivel mundial, hoy centrado en Europa y mañana con la mirada puesta en Italia.

A esta jornada han asistido, además de Durão Barroso, el vicepresidente de la CE y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, y el expresidente del BCE Jean-Claude Trichet, entre otros.