El BBVA ganó 2.442 millones de euros entre enero y junio, un 3,3% menos que en el mismo periodo del año anterios. La caída del resultado se debió al aumento de las provisiones para afrontar pérdidas (10,6%) y al menor resultado obtenido por la venta de deuda pública (-22%), así como al efecto comparativo provocado por la venta de la filial de Chile el año pasado, que por tanto ya no aporta al beneficio como sí lo hacía en el primer semestre del 2018.

Por áreas de negocio, durante los seis primeros meses del año España generó 734 millones de euros, Estados Unidos aportó 297 millones, México registró 1.287 millones de beneficio, Turquía contribuyó con 282 millones, América del Sur con 404 millones y resto de la las regiones euroasiáticas con 55 millones.

El banco logró mejorar sus ingresos básicos un 4,6%, hasta los 8.987 millones. La caída de las comisiones (0,2%) y sobre todo del resultado de la venta de deuda pública (22%) hizo que el alza del margen bruto se quedase en el 1,1%. La caída de los gastos (0,4%) le permitió elevar el margen neto con más fuerza, el 2,5%. Pero el fuerte incremento de las provisiones (10,6%) provocó que el resultado antes de impuestos bajase el 5,4%).

"Por áreas de negocio, destacan las mayores necesidades de provisión en Estados Unidos para clientes específicos de la cartera comercial y a mayores pases a fallidos en la cartera de consumo, y en México y Turquía, por deterioro de carteras de clientes singulares, además de estar estas zonas geográficas afectadas por la actualización de los escenarios macroeconómicos correspondientes. Por el contrario, España registró un importe positivo derivado de las menores necesidades de provisión y, principalmente, del efecto positivo de las operaciones de venta de carteras de créditos deteriorados y fallidos, entre las cuales destaca la venta, en el segundo trimestre del 2019, de créditos hipotecarios dudosos y fallidos", ha explicado el banco.