"Están preocupados con que va a ser de ellos, sobre todo en los servicios centrales, y es lógico porque no podemos ocultarles que va a haber sinergias". Léase, recortes en la estructura central de Catalunya Caixa. Así lo advirtió ayer Ángel Cano, consejero delegado del BBVA, antes de añadir que, como es habitual, se cerrarán también oficinas cuando una de la entidad catalana y otra de su banco estén cerca. Asimismo, puede haber empleados a los que se mantenga pero bajándoles el sueldo al nivel de los de la entidad compradora.

El grupo ha reservado 450 millones para recortar en un 40% los costes de la nacionalizada. Según apuntó ayer, esta reducción será adicional a la que impuso la Comisión Europea, de la que a junio se había completado un 80% en empleos (2.453 es el objetivo) y un 70% en oficinas (sobre un total de 457 cierres). El banco, en cualquier caso, quiso mandar un mensaje tranquilizador a la plantilla: las salidas se harán "con acuerdos y sin ruidos innecesarios" y los mejores trabajadores tendrán una oportunidad. "Veremos qué talento hay. Hoy (por ayer) se reunía por primera vez el comité de integración. De nuestra plantilla en Catalunya, el 50% proviene de Unnim: no son culturas tan diferentes", apuntó Cristina de Parias, responsable del negocio español. Fuentes del banco desvelaron que su cúpula ha mantenido contactos con la Generalitat y afirmaron que esta no le ha trasladado ninguna petición.

APUESTA POR CATALUÑA La operación, dijo Cano, permitirá al BBVA tener una cuota de mercado en Catalunya --"una de las regiones con mayor potencial de crecimiento"-- de en torno al 25%, además de ganar 2,5 puntos de cuota en España. También aseguró que las 300 personas que ha dedicado a analizar Catalunya Caixa le garantizan un "grado remoto de sorpresas negativas". Además, dejó entrever que podría mantener el nombre de la entidad como marca comercial: "No tiene nada que ver con la marca Unnim, que era muy reciente".

Restó, asimismo, importancia al conflicto de la comunidad con el Estado. "Somos positivos, sino no hubiéramos entrado en la operación, de que hay espacio para el diálogo". Sin decirlo expresamente, dio a entender que descarta la independencia catalana: "Los impactos (sobre el "bienestar de la población") son tan relevantes en caso de agravamiento (del enfrentamiento) que creemos que habrá entendimiento)".

El BBVA ganó 1.328 millones en el primer semestre, el 53,9% menos que un año antes porque en el mismo periodo del 2014 se produjeron varias operaciones extraordinarias. Sin este efecto, el resultado hubiera crecido un 11,7%. En España ganó 163 millones, frente a las pérdidas de 20 millones de hace un año, gracias a una caída del 24,5% en los números rojos inmobiliarios.