El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer mantener sin cambios su política monetaria expansiva que este mes de marzo cumple un año con unos tipos de interés en el mínimo histórico del 0%. A pesar de que la inflación llegó al 2% en febrero y de que el propio BCE elevó sus previsiones para la eurozona sobre crecimiento (al 1,8% para este año) e inflación (al 1,7%), el presidente del organismo, Mario Draghi, defendió ayer la necesidad de mantener la actual política monetaria acomodaticia hasta comprobar que el crecimiento de los precios es sostenido.

El BCE atribuye las actuales tasas de inflación a los precios energéticos y no confía aún en que los precios de la zona euro vayan a seguir subiendo de forma sostenida. En consecuencia, «el Consejo de Gobierno sigue esperando que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales, o en niveles inferiores, durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de sus compras netas de activos» (de momento, hasta diciembre del 2017), según explicó el BCE.

Así, el tipo de interés principal se mantiene en el 0,0%; el tipo de interés aplicable a la facilidad marginal de crédito se queda en el 0,25% y el de la facilidad de depósito permanece en negativo, en el -0,4%.

COMPRA DE ACTIVOS / En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, Mario Draghi defendió la eficacia de las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo en los últimos años. «Nuestra política monetaria ha sido exitosa», dijo antes de destacar que la zona euro posee ahora la mayor tasa de crecimiento de su economía desde el 2011 y la menor tasa de paro desde mayo del 2009. Además, según el presidente del BCE, «el riesgo de deflación ha desaparecido», la inflación se acerca a su objetivo del 2%, los tipos de interés han bajado para familias y empresas, crece el crédito y se ha reducido la dificultad de acceso a los préstamos de unos países frente a otros.

COMPRA DE ACTIVOS / Así, el BCE confirmó que mantendrá su programa de compras de activos en su nivel actual de 80.000 millones de euros mensuales hasta finalizar marzo y que a partir del mes de abril, las compras netas continuarán a un ritmo mensual de 60.000 millones de euros hasta el final del 2017, tal como se anunció en diciembre pasado, «o hasta una fecha posterior si fuera necesario y, en todo caso, hasta que el Consejo de Gobierno observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo» del 2% a medio plazo.

La institución sostiene que, si las perspectivas fueran menos favorables, el Consejo de Gobierno prevé ampliar el volumen o la duración de este programa de compra de activos. En el comunicado del BCE ha desaparecido la referencia a «utilizar todos los instrumentos a su alcance», algo que ha sido percibido por los analistas como una señal de que el Consejo de Gobierno se empieza a mover ante un sesgo no tan expansivo de su política monetaria.

No se esperan señales más claras antes del próximo mes de septiembre y, en todo caso, nunca antes de que se despejen las difíciles citas electorales que tienen por delante países como Francia y Holanda este año. Otra cosa es la cita electoral de Alemania del próximo 24 de septiembre, con un electorado muy crítico con los actuales bajos tipos de interés del BCE.

De momento, el BCE valora que «los riesgos en torno a las previsiones de crecimiento de la zona euro son ahora menos pronunciados» si bien persisten amenazas ligadas sobre todo a «factores globales», de geopolítica.

MÁS CRECIMIENTO e inflación / Así, el BCE se muestra algo más optimista al mejorar una décima sus previsiones de crecimiento de diciembre, tanto para el 2017 como para el 2018, que han pasado a situarse en el 1,8% y el 1,7%, respectivamente, mientras que ha mantenido sin cambios su pronóstico para el 2019 en el 1,6%.

En cuanto al incremento de los precios, el banco central ha revisado «significativamente al alza» su previsión para este año, hasta alcanzar el 1,7% desde el 1,3% anticipado en diciembre pasado, mientras que el pronóstico para el 2018 ha sido incrementado «ligeramente» la previsión del año que viene, hasta el 1,6% desde el 1,5%. De cara al ejercicio 2019, el Banco Central Europeo ha decidido mantener sin cambios su previsión de inflación en una tasa del 1,7%.