El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, envió ayer un mensaje tranquilizador respecto a la evolución del precio del petróleo. En una entrevista radiofónica en una emisora francesa, Trichet consideró que la actual escalada del precio del barril no tiene la misma dimensión que otras crisis energéticas del pasado y que no justifica una revisión a la baja de la previsión de crecimiento económico.

"En principio, los altos precios del crudo no son buenos para el crecimiento y no son buenos para los incrementos de precios", dijo. Sin embargo, añadió: "No creo que haya que revisar a la baja nuestras proyecciones de crecimiento de la zona euro y, a priori, no cuestionamos nuestro diagnóstico de confianza en una recuperación gradual, particularmente visible en Francia".

Trichet matiza así el mensaje del último boletín mensual del BCE, donde se advertía de que la persistencia del actual nivel de precios del petróleo podía truncar la recuperación. La economía de la zona euro repuntó con fuerza en el segundo trimestre, impulsada por la recuperación de Alemania y Francia.

El producto interior bruto (PIB) de la Eurozona creció el 0,5% con respecto al primer trimestre, de modo que en tasa interanual (respecto al mismo periodo del 2003) el avance ha sido del 2% (frente al 1,3% registrado en el primer trimestre).

INFLACION Respecto a la evolución de la inflación, el presidente del BCE indicó que el diagnóstico de agosto no cambió y que confía "en la capacidad de los precios de bajar el año próximo por debajo del 2%". La tasa de inflación en la zona euro se situó en julio en el 2,3%.

"No estamos ni en 1974 ni a comienzos de los 80, cuando vivimos grandes choques petroleros", afirmó Trichet. En su opinión, "las actuales alzas de precios son de menor importancia y estamos mucho mejor protegidos contra las subidas de precios del petróleo, particularmente en Francia", donde el programa nuclear ha liberado el país en gran medida de los precios del petróleo.

El presidente de la Reserva Federal (FED) de EEUU, Alan Greenspan, también ha emitido un mensaje tranquilizador respecto a los efectos del petróleo. En una respuesta al Senado norteamericano, Greenspan explicó que "a lo largo del año pasado, la recuperación económica mundial se ha hecho más fuerte y duradera" y que "los indicadores recientes sugieren que las economías de otros países mantendrán una tendencia favorable". El mayor peligro, en su opinión, se cierne sobre Japón.

El precio del Brent bajó ayer por tercera jornada consecutiva hasta los 40,68 dólares el barril, tras iniciar la sesión a 42,55. El barril de Texas, de referencia en EEUU, cotizó en el entorno de los 43,5 dólares, frente a los 49,40 del viernes pasado. El anuncio del vicepresidente americano, Dick Cheney, de que EEUU está dispuesto a utilizar las reservas estratégicas en el caso de que suban más los precios motivó una bajada drástica de las cotizaciones de los contratos de futuros, aunque los analistas consideran prematuro afirmar que la crisis petrolera empieza a remitir.

EN ESPAÑA La subida del petróleo no tendrá "consecuencias graves" sobre la producción industrial española "a medio plazo", según afirmó ayer el secretario general de Industria, Joan Trullén. Trullén consideró que la subida de los precios "no va a ser algo permanente", por lo que "no hay que alarmar a la población ni al sector industrial".