El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, afirmó en una conferencia ofrecida ayer en Fráncfort que en la eurozona persisten las "presiones inflacionistas más fuertes a corto plazo" por el elevado precio del petróleo, si bien se mantiene una previsión de estabilidad de precios a medio plazo. El organismo monetario decidió ayer mantener inalterables los tipos de interés en el 2% en la zona del euro, justo el día después de que la Reserva Federal estadounidense optara por subirlos del 1% al 1,25%.

"Aunque los precios del petróleo hayan descendido en las últimas semanas, los mercados esperan que se mantengan altos por un cierto tiempo, y, si así ocurre, el índice de inflación permanecerá, muy probablemente, por encima del 2% más tiempo que el previsto", dijo Trichet, sin aclarar si se prevén futuras alzas de los tipos. Recordó que los precios subieron en junio al 2,4%, una décima menos que en mayo.

Por todo ello, el BCE no ve razón para modificar por ahora los tipos de interés, que se mantienen en niveles históricamente bajos y favorecen la actividad económica. El propio Trichet advirtió del peligro de que los altos precios del petróleo, pese a la ligera bajada en las últimas semanas, amortigüen la recuperación económica en la eurozona.

Entre los riesgos inflacionistas al alza, el presidente del BCE citó el encarecimiento de las materias primas, incluido el crudo, y el potencial de subidas salariales y de precios, como aspectos de importancia que deben ser vigilados.