El exfinanciero Bernie Madoff, que cumple una condena de 150 años por perpetrar la mayor estafa piramidal de la historia en Estados Unidos, dice que sufre una enfermedad terminal y quiere que se le permita salir de prisión de forma anticipada.

Según un escrito presentado por sus abogados, a Madoff, quien se declaró culpable en 2009 de haber estafado más de 50.000 millones de dólares, le quedan "menos de dieciocho meses de vida".

El exfinanciero de 81 años, detallan, sufre una enfermedad renal en fase terminal, además de otros problemas de salud, como hipertensión y dificultades cardíacas.

Según el documento, Madoff ha rechazado someterse a diálisis y fue trasladado el pasado verano a una unidad de cuidados paliativos en el centro médico de la prisión de Carolina del Norte donde cumple condena.

"Hecha una revisión de los factores, es evidente que Madoff no presenta un peligro para ninguna persona o para la comunidad", señala la solicitud entregada este miércoles ante un juez federal de Nueva York.

Los abogados recuerdan que no tiene un historial violento y que la naturaleza pública de sus delitos, junto a las prohibiciones que pesan sobre él, le impiden participar en cualquier tipo de actividad financiera o de inversión.

Madoff, que tuvo que entregar toda su fortuna cuando se declaró culpable, sería acogido por un amigo y viviría con su pensión y sanidad públicas.

Su esposa, Ruth Madoff, anunció en 2011 que había cortado toda relación con el exfinanciero y sus dos hijos fallecieron mientras él estaba en la cárcel: uno se suicidó en 2010, dos años después del arresto de su padre, y el otro murió por un cáncer en 2014.

"Tengo una enfermedad terminal", aseguró el propio estafador en una entrevista telefónica al diario "The Washington Post".

"No hay cura para mi tipo de enfermedad. Así que he cumplido ya once años y, francamente, he sufrido en ese tiempo", añadió.