El fabricante aeronáutico Boeing está realizando una inspección exhaustiva en los más de 400 737 MAX que todavía no han sido entregados a los clientes después de encontrar restos de "objetos extraños", como telas o herramientas, en los tanques de combustible de varios de estos aviones.

El director general de Boeing para el programa 737, Mark Jenks, emitió una circular a sus empleados, a la que ha tenido acceso 'Bloomberg', en la que cataloga de "absolutamente inaceptable" el hallazgo de estos desechos en el interior de los aviones.

No obstante, el fabricante considera que este hecho no retrasará la vuelta a las operaciones de los 737 MAX, que estima para mediados del 2020.

El modelo tiene prohibido volar desde marzo del 2019 después de dos accidentes en condiciones similares en los que murieron 346 personas. Desde entonces, el fabricante trabaja en la actualización de los aviones para que los reguladores aeronáuticos vuelvan a certificarlo como seguro.

MENSAJES INTERNOS INQUIETANTES

El pasado enero se publicaron mensajes internos de los trabajadores de Boeing durante el desarrollo de los 737 MAX en los que señalaban que estos aviones están "diseñados por payasos que a su vez son supervisados por monos", además de que estos podrían haber ocultado a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) algunos fallos con los aviones.

La FAA anunció el pasado 7 de febrero que el MAX podría realizar su vuelo de certificación en las próximas semanas, a pesar del nuevo problema de software que habían detectado en ese momento los ingenieros de Boeing.

El fabricante cerró el 2019 con pérdidas de 636 millones de dólares (578 millones de euros), entrando en 'números rojos' por primera vez desde 1997. Asimismo, estima que la crisis del 737 MAX tendrá un coste total de más de 18.000 millones de dólares (16.360 millones de euros).