Tras las fuertes subidas de la primera semana del año, el Ibex 35 lleva ya ocho sesiones estancado y moviéndose en un rango de apenas 100 puntos básicos. La resistencia de los 10.500 puntos se ha convertido hasta ahora en una frontera infranqueable. La sesión de este jueves ha sido otra prueba de ello. Pese al buen dato de crecimiento de China (6,8%, una décima más de lo esperado), las bolsas europeas no han encontrado catalizadores para moverse claramente al alza o a la baja. A la española le han penalizado las caídas de Red Eléctrica y Enagas tras dos informes desfavorables y la recogida de beneficios latentes a la espera de nuevas noticias. Las miradas están puestas en la reunión del BCE de la semana que viene y en si Fitch elevará la calificación de la deuda española este viernes al cierre del mercado, como se espera. Así las cosas, el Ibex 35 ha caído el 0,4%, a los 10.432,7 puntos.