Las bolsas han arrancado el 2019 como cerraron el 2018: mal. Los inversores han acogido con pesimismo vendedor en las primeras horas de la sesión la primera caída de la cifra de producción industrial de China en 19 meses. La demanda interna del país asiático sigue a la baja y la externa continúa presionada por su conflicto comercial con Estados Unidos. El mal dato ha arrastrado a las bolsas europeas. El Ibex 35, que cerró el año pasado con su mayor caída desde el 2010 (cerca de un 15%), ha llegado a registrar una bajada próxima al 2%. La apertura de Wall Street, que ha ido de menos a más, ha cambiado el signo de la sesión y el selectivo español se ha apuntado una ligera subida del 0,12%. Pero el mar de fondo de las dudas sobre el crecimiento económico sigue siendo la tónica dominante en los mercados.