La crisis abierta en el seno de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT Aragón, que se ha avivado como consecuencia de la suspensión cautelar de su secretario general, Ignacio Aguar, vivirá un nuevo episodio el próximo día 18 con la celebración de un comité regional extraordinario en el que está previsto que se elija una comisión gestora. La decisión de convocar el órgano parte de la ejecutiva regional y de una delegación de la ejecutiva nacional.

A la reunión, que tendrá lugar a las 10,30 horas en el centro Arsenio Jimeno, están convocados los 100 delegados de la federación, que deberán elegir quién pilota temporalmente la FSP.

Aunque se desconoce cuál será el mecanismo para elegir la nueva gestora, fuentes internas del sindicato apuntaron que se intentará confeccionar una gestora de consenso, aunque esta posibilidad es improbable porque los delegados díscolos descartan esta posibilidad. "Nos reafirmamos en las críticas", dijo ayer Aguar, por lo que no se descarta que presente una lista alternativa. Mientras, del otro lado el mutismo es total, pese a que este diario trató de recabar su opinón, pero manifestaron que no realizarán declaraciones hasta la celebración del comité el próximo martes.

De momento y hasta el próximo martes, el tutor de la FSP es Carlos Alvárez, exsecretario general de la Federación en Aragón y miembro de la ejecutiva federal en Madrid. A día de hoy existe prácticamente un equilibrio de fuerzas en la federación entre los que apoyan la linea oficial y al secretario general de UGT, Daniel Alastuey, y los críticos que reclaman una "regeneración" en el modelo de funcionamiento de la organización.

ASAMBLEA

Por otro lado, hoy se celebrará en el centro cívico Delicias una asamblea de la sección sindical de la FSP en el Ayuntamiento de Zaragoza, en la que se explicará lo ocurrido en las últimas semanas. Según apuntaron desde el sector crítico, otro de los objetivos del acto es respaldar a Aguar tras ser apartado de su cargo. La asamblea será "abierta" a todo el que acuda.

El conflicto en FSP se precipitó después de que Aguar remitiese a la dirección un escrito en el que denunciaba que el sindicato pagaba al número 1 de Teruel, Aurelio Palomares, el alquiler de un piso en Teruel, así como el agua, luz, calefacción y teléfono de "manera injustificada"..