La brecha entre los países europeos que registran el menor y el mayor gasto público como porcentaje del producto interior bruto (PIB) ascendió en el 2018 a 30,6 puntos porcentuales. Irlanda alcanza el 25,4% y Francia se sitúa como líder, con el 56%.

La diferencia desde el 2000 en esa brecha se ha incrementado en 10 puntos, según los últimos datos disponibles de Eurostat, que recoge Focus on Spanish Society, publicación editada por Funcas.

Aunque la media de la zona euro en gasto público total se mantuvo entre el 2000 y el 2018 (fluctuando entre 46% y 51%), las diferencias en esta variable entre los países que comparten la moneda única han aumentado. En los años previos a la crisis (2000-2007), la desviación estándar entre los estados de la eurozona era de aproximadamente seis, mientras que en los años de recuperación (2014-2018) se situó en siete.

España ha reducido la desviación en gasto público total que presentaba, a principios de este siglo, respecto a la media de la eurozona. En el 2018, el gasto total de las administraciones públicas ascendió al 41,7% del PIB (501.500 millones de euros), 5,3 puntos porcentuales por debajo de la media europea.

En el 2007, antes de la Gran Recesión, este diferencial se situaba en 6,3 puntos: las administraciones públicas españolas gastaban el 39,3% del PIB (422.200 millones de euros). Y en el año 2000, la desviación todavía era mayor: el gasto público medio de la zona euro se situaba en el 46,9% del PIB, mientras que en España ascendía al 39,1% (253.350 millones de euros), quedándose 7,8 puntos porcentuales de diferencia.

La protección social es el capítulo que absorbe la mayor parte del gasto público en todos los países europeos. Sin embargo, existen diferencias notables en el porcentaje de riqueza nacional dedicada a este objetivo. Los países nórdicos siguen en cabeza, aunque en el 2018 el gasto de Francia (23,8% del PIB) en protección social en términos de PIB superó al de Suecia (19,5%) y Dinamarca (21,9%).

Italia (20,8%), Austria (20,1%) y Alemania (19,4%) también se ubican en el grupo de países con el mayor gasto en protección social. En el lado opuesto, se encuentran Irlanda (9%) y la mayoría de los países excomunistas (12-14%).

Con un gasto en protección social del 16,9% del PIB, España se sitúa por debajo de la media de la UE-27 (19,2%), en el entorno de países como Portugal (17,1%) y Polonia (16,2%), pero también de otros con mayor PIB per cápita, como Países Bajos (15,5%) y Luxemburgo (18%).

Excepto en dos de las funciones socioeconómicas incluidas en la clasificación funcional del gasto de las Administraciones Públicas (COFOG, por sus siglas en inglés), España muestra porcentajes de gasto más bajos que la media de la UE.

Las dos excepciones son "orden público y seguridad" y "protección del medio ambiente". El gasto en "orden público y seguridad" representa el 106% de la media de la UE, mientras que el gasto en "protección del medio ambiente" representa el 113%.

Sin embargo, el gasto de España en ambas funciones (respecto al PIB) se queda lejos del que registran aquellos países que dedican más recursos a estos objetivos. En particular, Bulgaria lidera el gasto público dedicado al orden público y la seguridad (147% de la media de la UE), mientras que Holanda lo encabeza en protección del medio ambiente (175% de la media de la UE).