Las mujeres tendrían que ganar un 17% más por hora para igualar su salario al de los hombres. Ellas ganan, de media, 13,60 euros la hora, mientras ellos reciben 15,94 euros la hora. Sin embargo, existen otros factores externos como peores contratos -las mujeres copan el 75% de la contratación a tiempo parcial- o pluses menores que hacen que las mujeres tengan que incrementar su salario un 29% para equipararlo con el hombre. Además, estos factores externos, son más opacos y, por tanto, más difíciles de encontrar. "No significa que no haya brecha salarial que yo y mi prima cobremos lo mismo", señaló durante la presentación del informe 'Romper la brecha salarial, una cuestión de justicia' el secretario general del sindicato, Unai Sordo.

Las mujeres se concentran en sectores y en ocupaciones peor pagadas y menos valoradas debido a que los estereotipos sociales continúan siendo decisivos en toda la cadena laboral, desde la elección de los estudios hasta la cuantificación económica de las tareas, pasando por la valoración social de las profesiones. Así, las mujeres ocupan el 67% del empleo en la educación, el 78% en sanidad y servicios sociales y el 88% de las empleadas del hogar, mientras solo alcanza un 19% en el transporte y almacenamiento, el 31% en el sector de la información y las comunicaciones y el 26% en la industria.

Es decir, ellas tienen una mayor presencia en sectores peor retribuidos que ellos, pero además, en ocasiones, esta diferencia salarial se observa también en trabajos del mismo valor. Así, por ejemplo, para retribuir a los encargados de limpiar cristales (trabajo eminentemente masculino) se valora la fuerza y levantarse a cierta altura, mientras que en el caso de las limpiadoras no se pone en valor la tenacidad de la mujer en el convenio de la limpieza, explicó la subdirectora general para la Coordinación de la Inspección del Sistema de Relaciones Laborales de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Irene Marín Luengo. "Encontrar la desigualdad en una empresa concreta es complicado, las cifras globales están ahí, pero no todas las desigualdades son discriminatorias, hay tareas ‘santificadas’ a una retribución inferior a la del hombre", explicó Marín.

Además, los complementos salariales suponen el 44% de la brecha salarial entre hombres y mujeres debido aque los sistemas de promoción suelen estar vinculados a la antigüedad y, con una interrupción laboral de por medio, menor antigüedad y, por tanto, menos remuneración extra. Así, de las 44.000 excedencias concedidas para el cuidado de menores durante el año 2017, el 92% fueron solicitadas por las madres y solo el 8% restante por los padres. Una cifra similar a lo que ocurre con las 11.234 excedencias pedidas en 2017 para cuidar a otros familiares dependientes, de las cuales en un 84% fueron solicitadas por mujeres. Y la tasa de actividad de las mujeres es 11 puntos inferior en los periodos intermedios de la vida laboral, con especial incidencia en los años centrales de la vida.

"Los complementos salariales se cobran fundamentalmente más en hombres que en mujeres. Esto es un dato objetivo, pero es muy complejo identificarlo, las empresas en ocasiones tienen multiplicidad de causas y justificaciones y a veces es necesario un estudio estadístico", agregó Marín.

PEORES CONTRATOS

Según CCOO, la temporalidad en los contratos es muy similar entre hombres y mujeres, sin embargo, en el caso de los hombres los contratos temporales se deben en gran medida a su acceso al primer empleo, mientras que en el caso de las mujeres se debe a toda la vida activa y están vinculados a empleos más precarios y estacionales. Pero además, las mujeres copan el 75% de la contratación a tiempo parcial, en sectores como el de la hostelería y el comercio, y en el caso de los contratos indefinidos, la retribución es mucho mayor para los hombres que para las mujeres, con una diferencia que CCOO cuantifica en más de 6.500 euros.