La incertidumbre sobre la sostenibilidad de la oferta de crudo mantuvo ayer su presión sobre los precios en los mercados petroleros, donde las principales referencias registraron nuevos récords. El Brent alcanzó los 42,08 dólares en Londres y el West Texas llegó a 45,45 dólares, aunque cerraron por debajo.

Los fuertes enfrentamientos entre las tropas de EEUU y los milicianos de Al Sadr en la ciudad iraquí de Nayaf y las amenazas de los rebeldes contra las instalaciones petroleras del país, impulsaron los ascensos ayer y contrarrestaron el efecto provocado por el anuncio de Arabia Saudí de que puede incrementar su producción en 1,3 millones de barriles diarios, realizado el miércoles.

Las exportaciones de petróleo iraquí se han mantenido en un 50% de su nivel normal en los últimos cuatro días. El pasado lunes una sabotaje atribuido a la insurrección shií provocó la paralización del bombeo de petróleo de dos de los pozos del sur del país. Las autoridades iraquís esperaban restablecer por completo sus exportaciones en la tarde de ayer. Sin embargo, decidieron no reiniciar la actividad de uno de los dos oleoductos debido a las amenazas de las milicias de Nayaf.

Pese a la actual situación, las reservas estratégicas de petróleo controladas por los grandes exportadores no van a ser utilizadas para hacer que los precios desciendan, según expuso ayer un portavoz de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Los millones de barriles en poder de 26 países miembros de la agencia se mantendrán en reserva por si se produce "una drástica interrupción del suministro", señalaron.

Ante la presente situación energética, el Banco Central Europeo (BCE) teme que la prolongada alza de los precios del petróleo entorpezca la recuperación económica de la zona euro que se ha registrado en los dos últimos trimestre del año. De persistir la situación, se podría moderar el crecimiento, "tanto globalmente como a consecuencia de los efectos sobre la relación real de intercambio de la zona euro", sostiene el BCE en su boletín económico.

LA ACTIVIDAD SIGUE SU CURSO La autoridad monetaria sostiene que la actividad económica seguirá su curso, "ya que se dan las condiciones para una generalización y consolidación de la recuperación". En este sentido esgrime que la evolución económica fuera de la zona euro es sólida, lo que debería seguir impulsando las exportaciones. Agrega que, en el ámbito interno, "la inversión debería verse beneficiada por la demanda global, la mejora de la confianza empresarial y por las muy favorables condiciones de financiación". El informe destaca que, debido a la situación energética, las perspectivas de que la inflación se mantenga por encima de las previsiones son elevadas, "durante el resto del año y principios del 2005".

En este contexto, aunque el Ibex 35 logró ayer superar los mínimos alcanzados en la jornada del miércoles, las principales bolsas continentales tocaron los niveles más bajos del año. Los índices de Fráncfort y París no han superado los descensos de los últimos días. Nueva York y Londres rozaron los peores valores desde enero. El indicador español cerró ayer con un ligero ascenso del 0,2%, hasta los 7.624,20 puntos.