A la lucha contra la contaminación le ha salido un aliado: el presidente de Repsol, Antonio Brufau, aunque sea por motivos económicos. En su discurso en la junta de accionistas de la compañía petrolera y gasística, Brufau abogó ayer por una urgente renovación del parque automovilístico español para frenar las emisiones nocivas. Y aseguró que son mucho más sostenibles y baratos los vehículos propulsados por autogás, gas natural o el bioetanol que los eléctricos.

Para el presidente de Repsol «para ayudar al nivel y calidad del aire de las ciudades deberían hacerse programas que incentiven el cambio de vehículos antiguos por nuevos», con programas de sustitución de vehículos diésel antiguos, que generan NOx. Así se conseguiría «que la contaminación en una ciudad como Madrid se acabara de raíz», dijo.

El directivo, que se mostró «favorable a que se ponga precio a las emisiones de carbono», subrayó que hay soluciones «competitivas» que no emiten NOx, como el autogás, el gas natural o el bioetanol, e insistió en pedir «un esfuerzo» para renovar el parque automovilístico.

Respecto al vehículo eléctrico, aunque no descartó que pueda ser una solución, señaló que depende de elevadas subvenciones y que todavía requiere de una gran inversión para alcanzar un nivel competitivo. «Las compañías alemanas no han invertido en investigación lo que deberían haber invertido y requiere una gran inversión», afirmó al respecto Brufau, recordando que las subvenciones son «una locura».

A este respecto destacó el compromiso de la compañía con la eficiencia energética y la reducción de emisiones con la inversión de 500 millones de euros en medidas que permiten reducir 4,3 millones de toneladas de CO2 al año. «Con 500 millones de euros en Repsol vamos a eliminar 43 millones de toneladas de CO2 en un plazo de 10 años».

Para ello haría falta entre 4,5 y 6,5 millones de vehículos eléctricos, dependiendo de su mix de generación», dijo Brufau, que subrayó que esos 500 millones «van a llevar a unas consecuencias similares» a tener circulando 5 o 6 millones de vehículos eléctricos, lo que implicaría una subvención de unos 65.000 millones de euros.

En la misma junta, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, explicó que el objetivo de la compañía es llegar a ser capaz de generar caja con un precio de 40 dólares por barril de petróleo, frente a los 42 dólares con que lo logra en la actualidad.