La Comisión Europea está dispuesta a negociar con la administración de Donald Trump la rebaja de aranceles a los coches y a buscar arreglos para segmentos sensibles como el de las camionetas en el marco de un nuevo acuerdo comercial que permita eliminar las tasas aplicadas a los productos industriales. La comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, presentó ayer una propuesta de mandato negociador que ahora deberá obtener el acuerdo de los Veintiocho, que pidió.

El plan no incluye ni al sector agrícola ni a otras áreas problemáticas como las indicaciones geográficas, la propiedad intelectual o los servicios públicos porque no se dan las condiciones. «No estamos proponiendo reiniciar un acuerdo comercial amplio con Estados Unidos», descartó Malmström, que rechaza renegociar el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP).

La comisaria estima que existe margen para rebajar aún más los ya bajos aranceles -del 4,2% para los bienes que entran en la UE y del 3,1% en Estados Unidos- y que una agenda comercial como la propuesta por Bruselas podría ayudar «a rebajar las tensiones comerciales» con la primera economía del mundo que alcanzaron su punto álgido a comienzos del año pasado, a raíz del anuncio de aranceles al acero y aluminio europeos. La nueva propuesta se acordó entre el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y Trump para poner coto a la tensión comercial.