La Comisión Europea (CE) no pedirá por ahora nuevos ajustes al Gobierno de Mariano Rajoy, pero la aprobación del plan presupuestario para 2017, remitido a finales del año pasado, no es un cheque en blanco. Bruselas considera que el borrador cumple «en líneas generales» con las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), pero advierte de que España crecerá menos este año y que incumplirá el objetivo de reducción de déficit público, por lo que debe estar preparada para adoptar otro ajuste si fuera necesario.

La CE perdonó el año pasado una multa de hasta 2.000 millones de euros por no adoptar medidas para cuadrar las cuentas en 2015 --y posteriormente la congelación de en torno a 1.200 millones en fondos estructurales este año-- e introdujo una nueva senda para la reducción del déficit público: 4.6% en el 2016; 3,1%, en 2017 y 2,2%, en el 2018, con un ajuste estructural del 0,5% tanto este año como el próximo.

Tras los reiterados llamamientos de Bruselas y la formación del Gobierno, el Ejecutivo español remitió a finales del 2016 un borrador presupuestario con un techo de gasto que incluía medidas por valor de 7.500 millones --en forma de subida de impuestos y acciones para combatir el fraude fiscal-- para ajustarse a la nueva senda fiscal.

AJUSTE ADICIONAL

Según valoran, España cerrará 2016 con un déficit del 4,6% pero en 2017 se desviará al 3,3%, dos décimas por encima de lo acordado, por lo que debe estar preparada para adoptar un ajuste adicional del 0,2% del PIB (2.000 millones) en caso de que se agrave la situación. «Estas discrepancias reflejan un escenario macroeconómico menos optimista y un impacto menor derivado de las medida fiscales adoptadas», advierte la Comisión.

Además, la Comisión Europea vuelve a advertir al Ejecutivo español que considera plausibles sus previsiones de crecimiento para 2016, pero demasiado optimistas las de este año. Según el Gobierno, la economía avanzará un 2,5% mientras que Bruselas rebaja la euforia al 2,3%. Pese a estas discrepancias, Bruselas ha decidido validar el proyecto con un aprobado general porque España sí cumplirá con el ajuste estructural requerido. «El objetivo nominal en 2017 se situará un 0,2% por encima del objetivo del 3,1%» pero «el ajuste estructural alcanzará el 0,7% frente al 0,5% requerido», justifican.

«España ha registrado buenos resultados económicos e invitamos a sus autoridades a seguir corrigiendo el déficit presupuestario excesivo y aplicando reformas estructurales clave», urgió el vicepresidente de la Comisión y responsable del euro, Valdis Dombrovskis. «Seguimos vigilando que los Estados miembros cumplan. La Comisión confía en que el presupuesto español para 2017 se adoptará y aplicará plenamente pronto», añadió Moscovici.

El Ejecutivo comunitario, que afronta este año frentes políticos muy complicados con el brexit y elecciones legislativas en varias de las economías más importantes de la UE, vuelve así a dar credibilidad a las promesas del Gobierno español aunque avisa también que si España incumple podría haber retrocesos.