La batalla de la Comisión Europea contra las multinacionales que eluden el pago de impuestos en los estados miembros sigue viva y tiene un nuevo protagonista: el fabricante de ropa deportiva estadounidense Nike. El Ejecutivo comunitario ha anunciado la apertura de una investigación en profundidad para examinar si el acuerdo tributario concedido por las autoridades de Holanda a la empresa esconde un tratamiento fiscal ventajoso, en contra de las reglas sobre ayudas del Estado.

«Los estados miembros no deberían permitir a las empresas implementar esquemas complejos que les permitan reducir indebidamente su beneficio imponible» porque «les otorga una ventaja injustificada sobre sus competidores», ha recordado la comisaria de competencia, Margrethe Vestager, que suma una muesca más a este capítulo que inauguró en octubre del 2015, cuando concluyó que Luxemburgo y Holanda concedieron ventajas fiscales selectivas a Fiat y Starbucks, respectivamente.

Desde entonces, Bruselas también ha llamado al orden a Apple, a quien obligó a devolver más de 13.000 millones de euros en impuestos impagados en Irlanda, a Amazon y a Engie. Y ha declarado ilegales determinadas ventajas tributarias concedidas por Bélgica y Gibraltar, a quien reclamó en diciembre la recuperación de 100 millones en ayudas ilegales.

En el caso de Nike, la investigación se centra en el tratamiento fiscal concedido por Holanda a dos sociedades del grupo con base en su territorio: Nike European Operations Netherlands BV y Converse Netherlands BV, que desarrollan y registran las ventas de Nike y Converse en Europa, Oriente Próximo y África. Ambas sociedades obtuvieron licencias para el uso de los derechos de propiedad intelectual relacionados con los productos de Nike y Converse a cambio de un canon deducible fiscalmente por las dos sociedades radicadas en Holanda, que no están sujetas actualmente a impuestos en el país.