La Comisión Europea propuso ayer reservar entre el 1% y el 3% de los futuros fondos estructurales comunitarios para ayudas a empresas textiles. El objetivo es facilitar al sector las inversiones necesarias para afrontar la feroz competencia de China, tras la liberalización total del comercio textil a partir del próximo 1 de enero. Estas ayudas podrían ascender a 700 millones de euros anuales en la Unión Europea (UE), según la portavoz del comisario de Comercio, Pascal Lamy.

El Ejecutivo comunitario también propuso crear un mecanismo de seguimiento de las importaciones textiles de la UE para poder desencadenar con la máxima rapidez cláusulas de salvaguardia. Lamy reconoció que la liberalización creará dificultades en las firmas textiles europeas, que han perdido el 12,6% de los empleos en tres años. China ha duplicado en dos años el volumen de sus exportaciones textiles a la Unión Europea, que ascendieron a 3.780 millones de euros en el 2003.

Además, la Comisión Europea revisará la semana que viene el sistema de preferencias tarifarias que otorga a los países en vías de desarrollo, y excluirá probablemente a China de la lista de países beneficiarios, ya que su presencia "no está muy justificada", dijo el comisario de Comercio. En los últimos años, la supresión progresiva de los contingentes de la OMC han provocado un aumento de las importaciones de productos textiles de la UE.