La Comisión Europea, en una decisión sin precedentes, quebró ayer los abusos monopolísticos de Microsoft al obligarle a entregar los códigos de Windows a sus competidores para que sus programas puedan funcionar correctamente con ese sistema operativo, y a ofrecer programas de lectura multimedia de otras compañías en su sistema.

Microsoft además deberá pagar una multa de 497,2 millones de euros por violar de forma sistemática las leyes de competencia de la Unión Europea. La sanción supone el 8% de la facturación de Microsoft en Europa.

El Ejecutivo comunitario concluyó, tras una investigación de cinco años, que Microsoft ha abusado de su poder monopolístico para impedir la competencia en los sectores de servidores para redes informáticas y en los lectores multimedia. "Este comportamiento ilícito ha perjudicado a la innovación y a los consumidores", señaló el comisario de Competencia, Mario Monti.