La producción de nuevos productos trae consigo una ampliación de materias primas y redefinir los proveedores. Inspirada en la filosofía de Mercadona, Bynsa trata de crear una "cadena agroalimentaria sostenible", lo que pasa por relocalizar los proveedores en lugares más próximos a la planta y priorizar en los productos frescos. En esta línea, la compañía ya trabaja con algún productor local de trigo y a partir de febrero la hará con la aragonesa Mariano Diez para harinas y grasas animales, que provendrán a su vez de la firma cárnica valenciana Martínez Loriente. A estos se sumará más adelante Caladero, ubicada en Plaza, que suministrará salmón fresco a la fábrica situada en El Burgo de Ebro.