Caja Inmaculada (CAI) cerró el primer semestre del 2004 con un beneficio neto de 25,6 millones millones de euros, lo que se tradujo en un incremento del 7,5% respecto a junio del pasado año. Los resultados, que fueron hechos públicos ayer, arrojan un notable aumento de la actividad, con un volumen de negocio administrado de 13.138 millones de euros, el 12,32% más que en el mismo periodo del 2003. Asimismo, las inversiones crediticias también mantuvieron un buen ritmo de crecimiento, del 13,27%, hasta un total de 5.030 millones de euros.

Los recursos gestionados de clientes crecieron el 13,5% hasta los 6.903 millones de euros. Un incremento sólido que, según señalaron desde la caja aragonesa, comprendió tanto los depósitos tradicionales de ahorro (cuentas corrientes, libretas y plazos fijos) como los fondos de inversión, previsión y pensiones (que experimentaron un alza del 15%).

Las concesiones de préstamos y créditos durante el primer semestre sumaron 1.025 millones de euros, el 15,8% más que en junio del 2003. En este apartado destacaron de forma especial los destinados a promoción, construcción y adquisición de vivienda, con un crecimiento del 24,3%. Asimismo, en el capítulo de inversión crediticia, sobresalió el aumento del 17% experimentado por los préstamos con garantía hipotecaria, fundamentalmente destinados a la financiación de pisos.

Dentro de la cuenta de resultados, el margen de intermediación --diferencia entre ingresos y gastos financieros-- alcanzó los 75,3 millones, con un avance del 2,46%, en un entorno de fuerte competencia entre entidades y bajadas de los tipos de interés. Según apuntan desde CAI, este positivo comportamiento del margen de intermediación es consecuencia del crecimiento de la actividad comercial con clientes y la rentabilidad de la empresas participadas. El incremento de la actividad con clientes también explica el aumento del 17% en las comisiones netas respecto al año anterior.

Así, el margen ordinario se situó en 94 millones de euros, con un incremento del 3,1% respecto al primer semestre del 2003. Por su parte, el margen de explotación o típico de la actividad financiera se contrajo el 2,6% hasta los 37,9 millones de euros. La caja cerró el semestre con una tasa de morosidad del 0,37%, por debajo del 0,43% de junio del 2003 y lejos del 0,89% de las entidades de crédito. A finales de junio, CAI contaba con una red comercial integrada por 222 oficinas y con una plantilla de 1.264 empleados.