La Caixa se alinea con el optimismo. La entidad estima que la economía española crecerá el año que viene el 1,9%, dos décimas más de lo que previó inicialmente, una menos de lo estimado por el Gobierno y por encima del 1,7% de la Comisión Europea. Así "podría alcanzar su mejor crecimiento económico desde el 2007", antes de estallar la crisis económica. La caída del euro con respecto al dólar, el descenso del petróleo y una política presupuestaria "moderadamente favorable al crecimiento" impulsarán la actividad, según explicó Jordi Gual, economista jefe de La Caixa.

Sin tener en cuenta otras consideraciones políticas como el proceso soberanista catalán, Gual explicó durante la presentación del informe de diciembre de La Caixa Research, el área de planificación y estudios de CaixaBank, que "el contexto electoral puede hacer que haya menos ajustes y un poco más de expansión". La patronal española CEOE calcula también que el crecimiento se situará en torno al 1,8%, una décima menos que esta entidad financiera.

ALZA DE EMPLEO Aunque la zona euro en su conjunto registra un aumento del producto interior bruto (PIB) débil, la economía española se ve impulsada por un incremento del empleo, que lleva 12 meses de aumento, así como por el final del descenso de los precios de la vivienda, la inversión más importante de las familias, según Jordi Gual. En el tercer trimestre, la economía española creció al 0,5% con respecto al periodo anterior, muy por encima del nivel de la eurozona (0,2%).

En concreto, la entidad financiera apunta que en el 2014 se volverá a crear empleo neto, con un aumento del número de ocupados del 0,3% anual, algo que no ocurría desde el 2007.

Según Gual, que no entró a valorar la calidad de la ocupación que se genera, "la lectura de los datos de empleo es extremadamente positiva" y la comparó con situaciones anteriores en las que "se necesitaban mayores tasas de crecimiento para generar empleo".

En el informe de diciembre, La Caixa Research, augura que en el 2016 el crecimiento será del 2%. La aceleración será menor que la del 2015 con respecto al ejercicio actual porque los ajustes que no se lleven a cabo el año que viene, que es un ejercicio electoral, se tendrán que aplicar el siguiente. En todo caso, el objetivo de déficit público del 4,2% el año que viene frente al 5,5% del ejercicio actual, no es excesivamente ambicioso, según Gual. La Caixa da por hecho que el año que viene se cerrará con un déficit del 4,5% del PIB, con un desvío de tres décimas.

PARO Y DEUDA Para los responsables del área de estudios de CaixaBank hay dos desequilibrios esenciales que deben corregirse: el paro "excesivo" y el endeudamiento de las familias y de las empresas, así como el del conjunto de la economía, que aún tiene que bajar más.

En este sentido, "lanzar las campanas al vuelo sería un error", advirtió. Otro riesgo es el cambio de tendencia experimentado por el saldo por cuenta corriente desde finales del año pasado. En vez de bajar debería mantenerse, dijo. La buena evolución de las exportaciones y el turismo hacen prever que en el 2015 e registrará "una ligera mejora del saldo por cuenta corriente". Aunque es importante el consumo, según Gual, "una economía endeudada como la española debe crecer sobretodo por el sector exterior".

En cuanto al descenso del precio del petróleo, el ahorro para la economía española puede ser de alrededor de 5.000 millones de euros anuales, la mitad de lo que estima el Gobierno, que considera esta evolución esencial para afianzar la recuperación económica.