El banco Caja3 dio ayer en Zaragoza el último paso para la plena integración de sus tres socios: Caja Inmaculada (CAI), Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz. La alianza ha alcanzado la meta del proceso de integración iniciado hace un año y medio, pero sin embargo está condenada a modificar su configuración actual a corto plazo ante la nueva reestructuración financiera anunciada por el Gobierno entrante, que conllevará otra ronda de fusiones. Y es que el Banco de España y los analistas recomiendan 150.000 millones de euros de activo como tamaño mínimo para sobrevivir y Caja3 suma 20.500. Pese a todo, el grupo se siente fortalecido para encarar la recta final del proceso de concentración bancaria, del que espera salir bien posicionado en combinación con otros bancos.

Los presidentes de CAI, Juan María Pemán, Caja Badajoz, Francisco Manuel García, y Caja Círculo de Burgos, Vicente Ruiz, y el consejero delegado del Banco Caja3, Luis Miguel Carrasco, firmaron ayer en la capital aragonesa la escritura pública para la segregación del negocio financiero (activos y pasivos) de las tres cajas a la entidad bancaria común, un traspaso del que solo se exime a la obra social.

Carrasco consideró que, pese a su tamaño, las tres entidades han sabido posicionarse en la primera fase de la reestructuración financiera a través de su integración en Caja3, que no ha requerido de ayudas públicas. "Tenemos un banco con unos niveles de solvencia muy elevados, que no tiene ningún problema de liquidez y que opera con normalidad y genera recursos, aunque sujeto a deterioros como todos los demás", subrayó.

Superada esta primera criba, el consejero delegado consideró que la segunda fase del proceso de concentración bancaria, que según sus cálculos reducirá a la mitad los 20 grupos actuales, es "una nueva oportunidad para mejorar la posición relativa" del grupo. "Caja3 tiene la posibilidad de combinar su sociedad con otra, de modo que la resultante sea más viable y rentable y genere más dividendo para la obra social de sus tres accionistas", apuntó. Eso sí, recalcó que la eventual entrada en una nueva fusión dependerá de la reestructuración financiera que plantee el nuevo Gobierno y, llegado el caso, se haría con el voto a favor de los accionistas.

UN GRUPO "APETECIBLE" Carrasco descartó un nuevo ajuste de personal y aseguró que pase lo que pase, gracias a la fórmula de integración realizada, está "blindada" la existencia de las tres cajas y su "capacidad para contribuir al desarrollo social en sus tres territorios de origen" a través de la obra social.

Juan María Pemán hizo hincapié en los beneficios que aporta la fusión, que disminuye el balance "sin reducir nuestro patrimonio", aporta "sinergias", "simplifica" los procesos de gestión y mantiene los derechos de los trabajadores, por lo que "el cambio no es traumático", concluyó.

El presidente de Caja Badajoz, Francisco Manuel García, aseveró que la fusión ha permitido a las cajas "mantener el tipo siendo leales a nuestros clientes" y dijo que Caja3 es un grupo "apetecido y apetecible". En la misma línea se expresó el presidente de Caja Círculo y Caja3, Vicente Ruiz de Mencía, quien auguró que el banco resultante "ayudará a seguir impulsando los objetivos y las iniciativas de las tres entidades".

A partir del próximo 1 de enero, la actividad financiera de las tres cajas se ejercerá de manera indirecta a través del Banco Grupo Caja3 y los empleados pasarán a formar parte de la plantilla del banco, pero se mantendrán las marcas comerciales en las zonas naturales de actuación. "Los clientes continuarán operando con su entidad como hasta ahora, con la ventaja añadida de que se beneficiarán de unos productos y servicios más competitivos", explicaron los directivos.

La cuota de participaciones de las tres entidades en Caja3 ha variado respecto al planteamiento inicial. CAI tiene el 41,25% (antes el 44,5%); Círculo, el 29,75% (31%); y Badajoz, el 29% (24,5%). En total, el grupo bancario cuenta con 1,2 millones de clientes, 2.688 trabajadores y 582 oficinas en 33 provincias y en Portugal.