El 49% de las 1.655 oficinas financieras con las que contaba la comunidad a finales del pasado año pertenecen a cajas de ahorro. Así se desprende del Anuario del Sistema Financiero en Aragón correspondiente al 2003, elaborado por el Servicio de Estudios de Caja Inmaculada (CAI) y el Instituto Aragonés de Estadística. En el informe, que por segundo año consecutivo recoge la información más relevante del negocio gestionado por las entidades de depósito que operan en la comunidad, también pone de manifiesto el notable peso que han adquirido las cooperativas de crédito, ya que concentran el 26,3% de las oficinas de la región.

En relación con el año anterior, se ha registrado un incremento de 19 sucursales. Sin embargo, los datos por tipo de entidad muestran un comportamiento opuesto: mientras que la banca experimenta un descenso en cuatro oficinas (hasta 406), las cajas y cooperativas continuan su proceso de apertura. Así, las primeras incrementan su red comercial en 12 oficinas (hasta un total de 814) y las segundas lo hacen en 11 (435), tendencia que se repite a lo largo de la última década.

El avance en número de oficinas de las cajas también se refleja en una mayor cuota de mercado, que se sitúa entre las más altas a nivel nacional. Así, estas entidades copan el 55% de la cuota de créditos, sólo superadas por Castilla-La Mancha (56%) y muy por encima del 46,38% del conjunto del país. En lo que respecta a depósitos, las cajas que operan en la comunidad concentran el 67% de los mismos frente al 53% de la media nacional.

Por provincias, Zaragoza concentra el 64% de las oficinas de las entidades financieras con presencia en Aragón, mientras que Huesca supone el 22% y Teruel, el 14%. En las tres provincias, las cajas presentan la mayor participación, con tasas superiores al 40% en el Altoaragón y más del 50% en el resto. Asimismo, cabe destacar que, salvo en Zaragoza, las cooperativas de crédito cuentan con mayor presencia de oficinas que los bancos. No obstante, aunque menos del 4% de la población aragonesa no cuenta con una entidad financiera en su entorno próximo, la dispersión geográfica de la comunidad ofrece un dato relevante: casi la mitad de los pueblos aragoneses no dispone de una sucursal.

En diciembre del 2003, las entidades de depósito presentes en Aragón gestionaban un volumen de negocio total que ascendía a 43.558 millones de euros. Esta cifra supone un aumento del 152% con relación a las cifras de 1993, en la que el volumen gestionado se situaba en 17.294 millones de euros. En el pasado año destaca que, por primera vez en la historia, el importe de los créditos de las entidades financieras en Aragón superó al de los depósitos.