El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, aceptó ayer a la petición más polémica que lanzó el líder de UGT, Cándido Méndez, en su reunión con el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. El Gobierno no ampliará el periodo de cálculo de las pensiones a toda la vida laboral del trabajador tal y como habían pactado CCOO, la patronal CEOE y el anterior Ejecutivo en el 2001.

Méndez reiteró a Rodríguez Zapatero su oposición a este cambio normativo que supondría, según estudios de la UGT y de otras organizaciones, una merma de hasta el 20% en la mayoría de las pensiones. Actualmente se utilizan los últimos 15 años cotizados para calcular la pensión. Tomar toda la vida laboral significaría incluir en la ponderación los primeros años de la carrera profesional del trabajador cuya cotización suele ser muy baja.

Caldera aseguró, tras la entrevista de Méndez con el Presidente, que se encontrarán otros métodos para reforzar la contributividad del sistema y anunció que el próximo otoño se reunirán los representantes del Pacto de Toledo para iniciar el debate de la reforma de las pensiones.

El Gobierno tampoco rebajará el coste del despido en constestación a las demandas de Méndez y de CCOO, según el ministro que reiteró la voluntad del Ejecutivo por consensuar todas las reformas con los agentes sociales. En este sentido anunció su compromiso de realizar una delcaración conjunta con los sindicatos y la patronal sobre los puntos de coincidencia en el diálogo social antes del 31 de junio, después de que se celebre la cumbre a mediados de ese mes.

Méndez recordó a Rodríguez Zapatero los compromisos que realizó el 16 de diciembre en la sede de UGT sobre el cambio paulatino del sistema productivo, la reforma del empleo, la elevación del SMI, la subida de las pensiones, mínimas e hizo hincapié en el Pacto de Estado por la inmigración.