La vuelta -o el inicio- de las vacaciones verano se le puede complicar a muchos. A no ser que el medio elegido para retornar a casa -o poner en marcha las vacaciones- sea el barco, en cuyo caso parece que no habrá problemas, la situación se puede enredar: los trabajadores de aeropuertos, trenes y aerolíneas han convocado paros entre la segunda quincena de agosto y septiembre.

Uno de los aeropuertos más afectados será El Prat. Los vigilantes de seguridad del aeródromo catalán siguen en huelga desde el 9 de agosto, por la sobrecarga de trabajo y, aunque, la incidencia no tiene nada que ver con el caos que provocaron el verano de 2017, los trabajadores han amenazado con endurecer las protestas si no reciben propuestas.

Un parón al que se suma, los dos últimos fines de semana de agosto, el personal de tierra de Iberia en El Prat. Los encargados de la asistencia en tierra, aeronaves y pasajeros, así como de la colocación y retirada de pasarelas que conectan el avión con la terminal ya realizaron paros los días 27 y 28 de julio que obligaron a cancelar un centenar de vuelos y causaron muchos retrasos, pues prestan servicio a una treintena de aerolíneas, entre ellas, Vueling, British Airways, Air Lingus o Level.

Además, quienes estén de vacaciones en Baleares podrían encontrarse colas en el aeropuerto de Palma si viajan a partir del sábado 24 de agosto. Los trabajadores del control de pasaportes de la terminal A inician una huelga indefinida para protestar por las "irregularidades" que, a su juicio, soportan desde que la empresa Acciona Facility Service fue adjudicada por Aena.

OLEADA DE HUELGAS EN RYANAIR

Pero antes de eso, el pistoletazo de inicio de las huelgas tendrá lugar el miércoles 21 en Portugal. Los auxiliares de vuelo de Ryanair en el país vecino celebrarán cinco jornadas de huelga que podrían afectar a España, especialmente si el viaje se realiza desde o hacia Lisboa u Oporto. Y a ellos se sumarán los días 22 y 23 de agosto los pilotos de la aerolínea en Reino Unido e Irlanda. Los irlandeses, además, repetirán el primer fin de semana de septiembre y coincidirán con uno de los diez días de paros de los tripulantes de cabina en España. El primero será el día clave de la operación retorno, el domingo 1 de septiembre, que podría implicar un buen número de cancelaciones.

Después de un verano 2018 repleto de huelgas en todo el continente con la cancelación de centenares de vuelos, lo de no tropezar dos veces con la misma piedra, Ryanair no lo aplica. Sus trabajadores se quejan de los mismo: las condiciones laborales no mejoran y a eso este año se une las amenazas de la compañía de cerrar bases y despedir trabajadores.

TREN Y CARRETERA

También por tierra habrá problemas. Las cuatro huelgas parciales (de 12:00 a 16:00 y de 20:00 a 24:00) convocadas por el sindicato CGT en Renfe este verano culminan los días 30 de agosto y 1 de septiembre. La operadora ha cancelado más de un centenar de trenes cada día y la mayoría de los afectados han sido recolocados en otro horario, pero eso no evita el malestar por el cambio de planes. Además, siempre hay algún despistado, como José Manuel Gómez que el 14 de junio (segunda jornada de las cuatro) se dio cuenta de que su tren no salía cuando iba a cogerlo: "Después de diez días de vacaciones sin móvil, lo acabo de encender y vengo a ver qué pasa", reconocía.

Y mucho ojo con el coche. A priori no hay paros a la vista en las carreteras españolas, pero si el trayecto incluye Portugal, podría ser que se quedasen sin gasolina: los transportistas del país vecino llevan varias jornadas de huelga que están provocando el desabastecimiento de combustible en muchas gasolineras.