El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, defendió ayer ante los accionistas la estrategia de «transformación» que ha realizado la empresa para pasar de una compañía telefónica a una tecnológica. En su discurso en la junta de accionistas, Álvarez-Pallete aseguró que este cambio se verá reflejado en el valor de cotización de la acción.

Pallete definió el ejercicio 2018 como un año «a la altura» de los 95 años de historia de la operadora en el que Telefónica ha pasado el ecuador de su transformación. «Su compañía es hoy considerablemente más fuerte que hace tres años, y estamos convencidos de que el auténtico valor se verá reflejado en la cotización de la acción», dijo.

El presidente de Telefónica presumió de una inversión de 83.000 millones de euros desde el año 2012 y una reducción de 14.000 millones de euros de deuda desde que tomó las riendas de la compañía (junio 2016), pero también de una «atractiva remuneración» para los accionistas que se traduce en un dividendo de 0,4 euros por acción. Y eso, según él, a pesar de los embistes que soporta la compañía: el recelo de los mercados hacia el sector de las telecomunicaciones, las turbulencias en los mercados y en las divisas de Latinoamérica y Reino Unido y la atmósfera bursátil negativa en el Ibex 35.

Pallete aseguró que en los próximos cinco años la compañía estará a la vanguardia en redes de fibra y 5G, será pionera en simplificación y eficiencia, con sistemas 100% digitalizados, centrada totalmente en el cliente y líder en la creación y distribución de productos y servicios digitales. «Será una compañía que actúa como una red profundamente inteligente».

Pallete señaló que «mientras se extiende la esperanza de vida de las personas, se acorta la esperanza de vida de las empresas. Y cuando se analiza qué rasgo comparten aquellas compañías que sobreviven aparece un denominador común: la capacidad de cambio. Si hemos llegado hasta aquí es porque supimos cambiar».